Marzo cerró con una sustancial compra de divisas al sector privado (mayor a USD 1.500 millones, y un récord desde nov-19) reflejando que la tranquilidad cambiaria se asienta, en una muy fuerte liquidación de divisas del agro.
La Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (Ciara) y el Centro de Exportadores de Cereales (CEC), entidades que representan el 40% de las exportaciones argentinas, anunciaron que en el tercer mes del 2021 las empresas del sector liquidaron operaciones por USD 2.774 millones; y en el acumulado del trimestre marcó un récord de USD 6.724 millones.
Esto anticiparía una fuerte alza del cobro de impuestos por retenciones, que aunado al mayor uso de energía eléctrica no residencial y más cantidad de días hábiles, deberían tener como resultado una sustancial alza de la recaudación cíclica de la AFIP; y un nuevo mes de bajo desequilibrio fiscal según se desprende de los números monetarios- La única “prenda ortodoxa” que el ministro de Economía, Martín Guzmán puede mostrarle al FMI.
El récord de liquidación de divisas del agro fanticiparía una fuerte alza del cobro de impuestos por retenciones, que aunado al mayor uso de energía eléctrica no residencial y más cantidad de días hábiles, deberían tener como resultado una sustancial alza de la recaudación cíclica de la AFIP
En efecto, en marzo y mirando el mundo de la emisión del BCRA, surge que la base monetaria creció entre puntas unos $46.000 millones por una combinación de emisión bruta del orden de $239.000 millones -se explica por compra de divisas, asistencia fiscal e intereses-, y una “aspiradora” de Pases y Leliq por unos $192.000 millones.
Un resultado que en el año lleva a observar una base monetaria que cayó en $15.000 millones, pero una deuda remunerada que aumentó unos $350.000 millones. En otras palabras, una emisión neta que fue de $335.000 millones, y que da fundamento a la idea que la “aspiradora” iba a tener que prenderse a máxima intensidad.
Con esta radiografía del primer trimestre, la creación primaria de dinero está cayendo en promedio a un ritmo del 30% interanual (que explicaría la inflación hacia delante), aunque a fuerza de colocación de deuda que crece al 102% interanual, y que podría anticipar volatilidad cambiaria / brecha en perspectiva.
De hecho, este juego se acentuaría en los próximos meses debido a que las dos de las tres fuentes de expansión monetaria (compra de divisas e intereses de Leliq y Pases) se mantendrían “prendidas”. Además, no habría lugar para proyectar una fuerte demanda de base monetaria, a similitud del II trim-20. Sin ASPO (aún con la nueva ola de contagios que se está desarrollando), no habría demanda preventiva de dinero.
La creación primaria de dinero está cayendo en promedio a un ritmo del 30% interanual (que explicaría la inflación hacia delante)
Consecuentemente, emisión y poca demanda de dinero primario llevarán a mayor colocación de deuda del BCRA. Está hoy alcanza al equivalente a 7,7% del PBI, con un pico de 10% del PBI en el primer trimestre de 2018 (inicio de la corrida cambiaria de entonces).
Además, hay que tener en cuenta que a lo mencionado se sumará la presión de un Gobierno que busca llevar el ritmo de devaluación hacia un rango menor al 25% interanual y una tasa nominal en pesos que estimamos para el segundo trimestre se mantendría en el 38% anual (ante la inflación proyectada, superior a la prevista en el Presupuesto).
Por ende, la deuda remunerada subirá en pesos; y también lo hará medida en dólares comerciales, por el descalce entre la tasa devaluación y la de interés. Algo que no se observaba hasta ahora, y que se sumará a la propia volatilidad de una mayor deuda remunerada en pesos.
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