La actividad económica y el comercio exterior emitieron señales positivas en el comienzo del año

Dos datos económicos relevantes dispararon la necesidad de analizar la macro, y sus perspectivas hacia adelante: el EMAE del Indec de diciembre y la balanza comercial del primer mes del año

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La actividad económica agregada siguió recuperándose en diciembre, y el saldo de la balanza comercial volvió a ser superavitario en enero (tras el rojo de diciembre), al superarse el conflicto portuario (Reuters)
La actividad económica agregada siguió recuperándose en diciembre, y el saldo de la balanza comercial volvió a ser superavitario en enero (tras el rojo de diciembre), al superarse el conflicto portuario (Reuters)

La actividad económica agregada siguió recuperándose en diciembre, y el saldo de la balanza comercial volvió a ser superavitario (tras el rojo de diciembre).

Puntualmente, el EMAE del Indec cayó 2,2% interanual (luego de bajar 3,7% en noviembre, y 7,3% en octubre). Recordemos siempre que, se trata de un indicador que refleja la evolución de una serie de sectores de la economía (como agricultura, pesca, minería, industria, electricidad, construcción, comercio y hoteles), y que su evolución promedio del trimestre coincide con el dato del PBI que se conocerá el 23 de marzo. Un dato que, en concreto, claramente espeja más la oferta que la demanda.

Ahora bien, si lo que analizamos es la evolución, el EMAE cayó 19% interanual en el segundo trimestre, para recortar la baja al 10,1% interanual en el tercero y “solo” contraerse un 4,5% en el último. Lo relevante de este tránsito, ya no es solo definir la baja de la economía (entre las mayores caídas del mundo) que apunta al 10,1/10,3%, sino que sirve para confirmar que el “arrastre” será en el orden del 4% hacia este 2021, es decir si se mantuviera el nivel de actividad de diciembre en el resto del año, el PBI aumentaría en ese rango en comparación con el anterior.

El EMAE cayó 19% interanual en el segundo trimestre, para recortar la baja al 10,1% interanual en el tercero y “solo” contraerse un 4,5% en el último

En esa dirección, y conociendo ya el uso de la energía eléctrica no residencial y los impuestos cíclicos reales de enero, podemos incluso anticipar que el EMAE de enero (se conocerá el 30 de marzo) debiera ser positivo y superior al 2% interanual. Ritmo que, de confirmarse, no se registra desde may-19.

Dejando de lado, el dato estadístico (o las proyecciones propias), lo relevante es entender la dinámica de crecimiento tras esta baja. En otras palabras, vamos hacia ¿una mejora continua y sustentable, o un rebote y detrás una expansión lánguida?

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De hecho, hoy creemos que la economía transitaría una trayectoria de rebote con una estimación de crecimiento del orden del 5,5% para este año, pero con quizás dificultades en el 2022. Esto en un escenario que, de mantenerse el sesgo hacia lo público, llevaría a un crecimiento lánguido por el escaso incentivo a la inversión privada.

El comercio exterior

El Indec informó en las últimas horas un superávit comercial de USD 1.068 millones “compensando” el déficit de diciembre de USD 363 millones, que había sido afectado por la huelga en los puertos agrícolas que impactó sobre los embarques -y por ende, las ventas externas-.

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Pero también, como dato relevante, el primer mes comenzó a reflejar una mejora de los términos de intercambio de más del 9%, ya que los precios de exportación aumentaron 10,7% -esencialmente, por los precios del agro-, y los de importación lo hicieron solo al 1,4%. Un sesgo que se mantendría debido a la coyuntura externa, y la emisión de la Reserva Federal de los EEUU, Banco Común Europeo y la demanda de China.

El primer mes comenzó a reflejar una mejora de los términos de intercambio de más del 9%, ya que los precios de exportación aumentaron 10,7% y los de importación lo hicieron solo al 1,4 por ciento

A la par, el volumen de las exportaciones primarias cayó por retención de los productores, y creció el de las Manufacturas de Origen Agropecuario como resultado del mayor margen de ganancias de los aceiteros. Mientras que el nivel de importaciones subió en todos los capítulos, de la mano de la recuperación de la economía (bienes de uso intermedio en el proceso productivo), de la cobertura del exceso de pesos (en bienes), y de la no aparición de “limitaciones” definidas por las autoridades (en particular, en bienes de consumo).

Hacia delante, la demanda de dólares comerciales seguirá y la oferta estará ligada a la disposición de los productores a vender. En ese sentido, el accionar del BCRA de reducir el ritmo de depreciación del tipo de cambio, entendemos bajará el incentivo a retener de los productores.

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