Consolidar el acercamiento con China

El próximo viaje de Alberto Fernández al país asiático buscará retomar la agenda preferencial desarrollada entre ambas naciones durante la presidencia de Cristina Kirchner

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Alberto Fernandez y Xi Jinping
Alberto Fernandez y Xi Jinping

El próximo viaje del presidente Fernández a China buscará consolidar la relación política y retomar la agenda preferencial desarrollada entre ambos países durante la Presidencia de Cristina Kirchner, cuando se firmó el Plan de Acción 2013/17 con el Primer Ministro Wen Jiabao en junio de 2012 y se jerarquizó el vínculo con la denominación Asociación Estratégica Integral en oportunidad de la visita de Xi Jinping en julio 2014. La entonces Presidenta aprovechó el agasajo para recalcar las coincidencias políticas recordando que la tercera posición expresada por el gral. Perón y Mao Tse-Tung “no era más y menos que el derecho de cada pueblo y de cada sociedad a establecer sus propias formas de gobierno, de crecimiento y de desarrollo sin injerencias externas”. En febrero de 2015, Cristina Kirchner estuvo en Beijing, donde se avanzó con el documento “Fortalecimiento de la Relación Estratégica Integral”.

Los compromisos subscritos con Wen Jiabao y con Xi Jinping, y complementados por Axel Kicillof y Julio De Vido en el marco de la Comisión de Diálogo Económico en San Petersburgo en diciembre 2013 y en Antalya, Turquía, en diciembre 2015, cubren proyectos en las áreas de energía, espacial, salud, transporte, infraestructura y comunicaciones, entre los cuales se destacan el financiamiento para el Ferrocarril Belgrano, el BICE, las represas hidroeléctricas Kirchner y Cepernic, Reactor de Agua Presurizada, la modernización del sistema ferroviario, las Centrales Atómicas Atucha III, IV y V, la Estación de Seguimiento Espacial en Neuquén y el Acuerdo financiero entre el BCRA y el PBC, entre otros. La magnitud de los compromisos refleja la relación especial no alcanzada por la Argentina con ningún otro país, y más aún en momentos en que la Argentina tenía dificultades para acceder al financiamiento internacional por el litigio ante la Justicia de Nueva York. El Convenio Marco de Cooperación Económica y de Inversiones del 18 de julio de 2014 fue ratificado por Ley 27.122.

China se ha convertido en la principal fuente de financiamiento para países en desarrollo. El estudio del Centro de Políticas de Desarrollo sostiene que el financiamiento en obras de infraestructura, energía y minería a través del Eximbank y CDB a nivel mundial en el período 2008/19 fue de 462.000 millones, similar a los 467.000 millones desembolsados por el Grupo del Banco Mundial. El relevamiento muestra que, en América Latina, Venezuela recibió 58.200, Brasil 28.200, Ecuador 18.400 y la Argentina 17.100 millones en once proyectos. El 80 por ciento es canalizado a través de las empresas estatales y explica la importancia del diálogo a nivel oficial para definir las prioridades.

El ascenso de China transformó el escenario mundial en “multipolar”, favoreciendo un mayor equilibrio en las relaciones internacionales. Sin embargo, para muchos, la importancia de esta etapa reside en el fin de la hegemonía de los Estados Unidos, país al que se culpa de condicionar la política exterior, el modelo de desarrollo y el proceso de integración en América Latina, en forma directa o a través de los organismos internacionales. El senador Taiana expresó que UNASUR sufrió primero una campaña de desprestigio y luego fue vaciada porque “fue un deseo de Estados Unidos, que quería reforzar el panamericanismo, volver a poner a la OEA en un lugar fuerte y eliminar los intentos de agrupamiento” en América del Sur. Las mismas expresiones se encuentran en los documentos del Instituto Patria. La Alianza del Pacífico es vista como un apéndice de los Estados Unidos, a pesar de incluir a México. Las diferencias abarcan también las políticas respecto a Cuba, Venezuela, Nicaragua y la OEA. La actualización de los acuerdos con China aparece otra vez, como lo fuera en el período 2011/2015, como la única opción ante los problemas para acceder a los mercados de capitales o recibir inversiones extranjeras.

La designación de Vaca Narvaja al frente de la Embajada en Beijing tuvo el propósito de impulsar el diálogo político con un interlocutor que comparte la misma visión ideológica. Hasta ahora la relación con China sirvió para facilitar el acceso de sus empresas en infraestructura y energía, perpetuó el déficit comercial, generó endeudamiento y profundizó el modelo agroexportador. Las promesas de promover inversiones de empresas chinas para “aumentar la capacidad productiva de la industria argentina en sectores de gran potencial de exportación al mercado chino” o alcanzar “un mayor equilibrio en la relación económica bilateral” incluidas en el Convenio Marco siguen incumplidas. No será difícil coincidir con Xi Jinping, que se caracteriza por sus buenos modales en las relaciones internacionales pero toda dependencia, y más aún cuando no existen alternativas, implica siempre mayores compromisos políticos y económicos.

El autor es Licenciado en Economía Política (UBA), Master en Economía (University of Boston) y fue embajador argentino en Tailandia. Es miembro consultor del Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales (CARI)

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