Ley de la Economía del Conocimiento: ya se aprobó, empecemos a usarla

Llegó la hora de trabajar para generar tecnología y hacer que la Argentina cobre el protagonismo que merece en la escena internacional

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El Gobierno reglamentó el 21 de diciembre pasado la Ley de Economía del Conocimiento a través del Decreto 1034/2020
El Gobierno reglamentó el 21 de diciembre pasado la Ley de Economía del Conocimiento a través del Decreto 1034/2020

Con la aprobación de la Ley de la Economía del Conocimiento, Argentina da un paso hacia el futuro. Que todos usamos tecnología en nuestra vida diaria es una obviedad. Si la pandemia hizo algo, es demostrarnos lo útil que puede ser para nuestras vidas el estar conectados. Pero la clave para hacer crecer la economía nacional, impulsando a su vez las economías locales, está no solo en usar la tecnología, sino en generarla. Talento y capacidad nos sobran. Todo parecería indicar que ahora, además, hay voluntad.

El sector tecnológico tiene el potencial real de pasar del 8 por ciento de las exportaciones nacionales al 15 por ciento, en solo una década. Eso implicaría generar 10 mil millones de dólares en exportaciones al año y crear empleo para más de un millón de argentinos. Empleos bien remunerados que no necesariamente tienen que estar todos localizados en la capital del país, sino que pueden estar dispersos por diversos polos regionales, sirviendo de motor para las economías locales. Una vez más, la tecnología nos permite una flexibilidad geográfica no vista hasta ahora en el desarrollo de ninguna otra industria.

Como empresario del sector, basado en Mar del Plata, he visto de primera mano el potencial regional de la tecnología y cómo esto puede cambiar el país. En Argentina hay 37 polos y clusters tecnológicos, generando una diversidad geográfica no vista en ninguna otra industria. Son más de 45 mil personas que trabajan en este sector en el país, en más de 1600 empresas.

¿Se puede hacer más? Mucho más. ¿Se puede mejorar? Siempre. Pero hoy celebramos un paso adelante con la Ley de la Economía del Conocimiento.

El sistema universitario está federalizado y nos sirve de base para crear estos polos industriales. El talento sale de esas universidades, y es la piedra fundamental de cualquier emprendimiento.

Vuelvo a Mar del Plata a modo de ejemplo. Con el empuje de empresarios privados, apoyados por una gestión afín al desarrollo de esta industria, ya hay 80 empresas de tecnología instaladas en la ciudad. Son más de 3 mil las personas empleadas por este sector y hay cinco universidades de primer nivel graduando cada año talento invaluable. Se espera que para 2021 se concrete el proyecto de creación del distrito tecnológico y del parque industrial, que incentivarían a más empresarios a invertir en la región. Ya con la ley federal dando el marco necesario, y la esperada baja en retenciones que alienta la exportación, Mar del Plata ahora está trabajando con las autoridades provinciales para generar incentivos provinciales que harían más fácil y rápido el proceso para la instalación de nuevas empresas en el polo.

Desde Neutrón, mi empresa aceleradora de proyectos, estamos impulsando en este momento a 10 compañías, todas dentro de la industria del conocimiento. Hay emprendedores trabajando junto a nosotros en proyectos que van desde el gaming, como eBro –la organización de eSports más profesional de Latinoamérica, liderada por Juan Sebastián Verón-, hasta las aplicaciones para la industria de la gastronomía y la noche, como Black ID, pasando por proyectos como Innova Space, proveedor de una plataforma que revolucionará la tecnología satelital por tamaño, bajo costo de lanzamiento y servicios. También con Deitres, que desarrolla productos electrónicos de seguridad y energía; y desde hace años colaboramos con Andrómeda, dedicada al diseño, construcción y gestión de software y hardware, una empresa que ya ha logrado un impacto en toda Latinoamérica y Estados Unidos.

Si desde mi aceleradora podemos impulsar y desarrollar startups generadas con talento local de Mar del Plata, es incalculable lo que se puede hacer si unimos fuerzas y tenemos respaldo federal.

La tecnología nos democratizó geográficamente. El marco legal ya lo tenemos. El talento también. Llegó la hora de que trabajemos en serio para que las economías locales crezcan con estos polos tecnológicos, y así ayudar a que Argentina cobre el protagonismo que merece en la escena internacional.

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