Economía de fin de año

Hay un desequilibrio de miradas y expectativas que habrá que reducir para lograr que el horizonte tenga un mismo camino

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Un hombre vestido de Papá Noel desciende en rápel por el cerro de Pan de Azúcar en Río de Janeiro, Brasil (EFE/Fabio Motta)
Un hombre vestido de Papá Noel desciende en rápel por el cerro de Pan de Azúcar en Río de Janeiro, Brasil (EFE/Fabio Motta)

Comenzó un mes de diciembre atípico por pandemia y la economía lleva el peso de una caída histórica que estaría en casi el 10% del PBI y un déficit fiscal que llegaría al 8 por ciento. La inflación comienza a acelerarse a casi 4% mensual y la tasa de interés está en 37 por ciento.

En materia de actividad economía, en el mes de septiembre cayó 6,9% interanual y creció 1,9% desestacionalizado frente al mes previo, según datos del Indec. Las exportaciones tan necesarias para fortalecer las reservas del Banco Central en el acumulado de los primeros 10 meses de 2020 muestran una baja de 13,5% interanual, y la importación de 19,3 por ciento. En octubre de 2020, la exportación cayó 21,6% interanual; y la importación, 2,8 por ciento. A medida que crece el nivel de actividad las importaciones comienzan a crecer y desacelerar su caída demandando más dólares con un nivel de reservas líquidas en posesión del Banco Central muy bajas aún y con un volumen de exportaciones y liquidaciones que no colabora. A pesar de eso en el acumulado la balanza comercial muestra un superávit de USD 12.171 millones y en octubre de USD 612 millones.

Los datos de la macro comienzan a lidiar con una situación en la micro muy delicada

Los datos de la macro comienzan a lidiar con una situación en la micro muy delicada. En materia de empresas la producción industrial en el sector pyme cayó 3,8% en octubre según CAME, pero desacelera su caída respecto de los meses previos. En octubre las empresas recibieron cheques a cobrar en un plazo promedio de 42 días, y el 24% de las pymes mostró serios problemas financieros. Sobre la incidencia del dólar libre en los costos de las empresas, el 41% dice que es alta o muy alta y otro 35% señala que el impacto es medio. En este contexto desde la cartera de economía muestran fortaleza de no devaluación del peso frente al dólar. Sin embargo, frente a una tasa de interés del 37%, el mercado apuesta a una tasa implícita del dólar futuro del 73 por ciento. El dólar libre refleja la expectativa del mercado en las cotizaciones paralelas del “billete” y el dólar oficial la convicción desde el oficialismo que no será necesario devaluar en forma brusca aunque se ven “micro” devaluaciones diarias del peso frente al dólar en línea con la evolución de la inflación. En cualquiera de las situaciones hay un desequilibrio de miradas y expectativas que habrá que reducir para lograr que el horizonte tenga un mismo camino.

Sobre la incidencia del dólar libre en los costos de las empresas, el 41% dice que es alta o muy alta y otro 35% señala que el impacto es medio

La inversión está a la espera de una reforma tributaria que no llegó a tiempo. Si no es prioridad en la peor caída de la economía de la historia, cómo lo será este año 2020, no se entiende cuando podía encontrarse una mejor oportunidad. Recién comenzaría a tratarse en febrero y marzo de 2021. Monotributistas, Autónomos y Mipymes esperan la reforma tributaria ahora más que nunca.

De acuerdo a un Informe de la Ieral, el aliciente es que hay capacidad productiva disponible para aumentar la producción. La barrera son los desincentivos y obstáculos para utilizarla. Dentro de los motores encendidos, uno es el bajo costo argentino en dólares. Por su parte, el tipo de cambio real oficial supera el promedio histórico en situaciones estables. Esto implica que los costos en dólares están relativamente bajos (eso incluye los costos laborales, de logística, de producción, entre otros). Sin embargo en un escenario favorable para el incremento de las exportaciones las mismas son desalentadas por la falta de financiamiento y la brecha cambiaria y las inversiones por incertidumbre sobre el futuro.

Martín Guzmán, ministro de Economía (Presidencia)
Martín Guzmán, ministro de Economía (Presidencia)

En los hogares no habrá tantos regalos al pie del arbolito de Navidad como deudas por pagar que comienzan a vencer ahora, como es el caso del crédito Tasa 0 de los monotributistas, Plan V de Tarjeta de Crédito y en enero de 2021 se sumará el pago de la primera cuota de aquellos que optaron por financiarse con el Ahora 12 o 18 con 3 meses de gracia, se deberá pagar la deuda del congelamiento de alquileres y crédito UVA que se dilató por segunda oportunidad. A su vez, llegará el descongelamiento de las tarifas de servicios de cable, telefonía e internet. También debemos sumar el aumento de las Obras Sociales de 15% en diciembre y 10% en febrero. Para las tarifas de energía eléctrica y gas aumentarían en línea con la inflación para el 45% de los clientes, para el 40% continuarían los subsidios y el 15% tendrá subas por encima de la inflación.

Para el caso de las canasta navideña, de acuerdo a un relevamiento de Focus Market vía Scanntech (lector de código en 670 puntos de venta de todo el país), sobre un estudio de aumento interanual de precios promedio ponderados de cada una de las categorías sobre todas las presentaciones y todas las marcas muestran la siguiente preocupante radiografía para el bolsillo de los argentinos para estas fiestas:

El consumo privado por parte de los hogares encuentra en la pandemia una clase media con muchas complicaciones económicas y financieras, pero aún no puede tener visión de futuro en 2021 y con mirada a mediano plazo sin cambios que le permitan ver una Argentina que la invita a invertir, producir y crear empleo.

El filósofo romano Séneca decía “compra solamente lo necesario, no lo conveniente. Lo innecesario, aunque cueste un solo céntimo, es caro”. El problema es cuando para 5 de cada 10 argentinos que se encuentran bajo la línea de la pobreza lo necesario también es difícil de comprar. Para ellos no hay otra regla económica universal que invertir, producir y emplear para reducir la asistencia social incluso navideña que se estará por venir. La soga al cuello del déficit fiscal en pandemia ha sido la asistencia social necesaria pero ahora ha llegado el momento de salir con generación de riqueza y distribución genuina de la misma en relación a lo producido.

El autor es Analista Económico