Cuando sobra voluntad y falta decisión política

Senadores de Juntos por el Cambio presentaron un proyecto de ley para eliminar el Impuesto a las Ganancias en los sueldos de los trabajadores en relación de dependencia

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FOTO DE ARCHIVO. Una mujer usando una mascarilla por el coronavirus (COVID-19) camina frente al palacio presidencial de la Casa Rosada, en Buenos Aires, Argentina. 21 de mayo de 2020. REUTERS/Agustin Marcarian
FOTO DE ARCHIVO. Una mujer usando una mascarilla por el coronavirus (COVID-19) camina frente al palacio presidencial de la Casa Rosada, en Buenos Aires, Argentina. 21 de mayo de 2020. REUTERS/Agustin Marcarian

Celebro la iniciativa y lejos de oponerme a ella considero que es fundamental hacerla no solo hacia los trabajadores asalariados sino también extenderla a los trabajadores autónomos y jubilados.

Durante mi gestión al frente de la Secretaría de Trabajo de la Nación, impulsé la eliminación de la 4º categoría del impuesto a las ganancias, pero nunca avanzó. Con la distancia de este tiempo y a modo de autocrítica creo que nos sobró voluntad y nos faltó decisión política.

La carga impositiva no puede estar sobre las espaldas de los trabajadores. La incorporación de la 4º categoría mediante la sanción de la ley 20.628 (1973) incorporó a los trabajadores que con altos ingresos como objetos de la nueva normativa. El recurso administrativo que se diseñó para ese contexto económico y político dista lo suficiente de la coyuntura actual en materia de empleo y economía en nuestro país.

Por lo tanto, más allá de las actualizaciones de la norma sobre todo respecto de los pisos para los ingresos, el impuesto al trabajo no deja de ser una medida que atenta contra los argentinos que hoy tienen empleo. Si la discusión la centramos en que el trabajo no es ganancia y a los tiempos que corren en nuestro país es casi un milagro tenerlo, sostenerlo y poder vivir con ello, el impuesto debería desvincular esa cuarta categoría que hoy incluye a 2.250.000 trabajadores. Particularmente iría un poco más y contemplaría en ese universo de excepción a los autónomos y jubilados.

El contexto de la pandemia en la Argentina y sus consecuencias económicas empiezan a sentirse en los empleos que quedaron en pie. Avanzar con una medida como esta implica, a mi juicio, un mecanismo rápido para recuperar la capacidad del salario. Recuperar el salario implica incentivar el consumo, pero al mismo tiempo entierra una medida que a décadas de su implementación se convirtió en una medida terriblemente injusta.

El autor fue secretario de Trabajo del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la Nación y embajador extraordinario y plenipotenciario de la República Argentina en los Estados Unidos Mexicanos