10 tips para enfrentar la próxima crisis que explotará en el país

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25 de mayo de 1810
25 de mayo de 1810

Cuenta la historia que allá por el 1800, Don Gervasio de Posadas tenía su despacho en las cercanías del Cabildo. Posadas fue el Primer Director Supremo de las Provincias Unidas del Río de la Plata y tuvo un rol destacado en la Asamblea General Constituyente de 1813.

Para ubicarnos un poco, dicha Asamblea dictó una serie de medidas inéditas que empezaron a cambiar el mapa geopolítico de la región: acuñó moneda, aceptó el Himno y el Escudo como Símbolos Nacionales, suprimió títulos de nobleza, decidió la creación de universidades y decretó quizás una de las decisiones más importantes: la libertad de vientres, primer paso hacia la abolición de la esclavitud.

En pocas palabras, la generación de Posadas (con Mariano Moreno, entre otros) empezó a poner los primeros cimientos de la construcción de un país.

Gervasio de Posadas, desde su despacho cercano al Cabildo, cierto día se quejaba a sus allegados pues “un grupo de ciudadanos de todo tipo y calaña estaba molestando y gritando frente a su ventana”. Nada de esto tendría importancia si no fuera que ese día era exactamente el 25 de mayo de 1810 y lo que estaba ocurriendo frente a sus narices era una auténtica Revolución. La Revolución de Mayo que luego nos llevaría a la Independencia en el 1816, previo paso por la Asamblea de la que él fue miembro activo en 1813.

¿Cuál es aquí el mensaje que quiero dejar? Sencillo. Muchas veces estamos tan inmersos en el escenario del día a día que no tenemos la capacidad de pensar qué puede pasar en unos pocos años. Posadas en 1810 no supo ver lo que estaba aconteciendo (incluso le molestaba) y pocos años después él mismo dirigió movimientos que sentaron los principios arriba indicados.

Pues bien, dado este marco, vengo a afirmar que nos encontramos en una situación parecida a la de Don Gervasio: estamos observando desde un balcón cómo está a punto de ocurrir algo muy importante, que cuanto menos nos cambiará la vida por muchos años. Negarlo sería de necios.

No me centraré en las causas, pero estoy convencido que vamos derecho a una piña económica y social de enorme magnitud. Aquí no es el punto “a cuánto estará el dólar”. Aquí el punto es que en poco tiempo más, estaremos en el medio de un gran descalabro de variables monetarias que impactará de lleno en tasas de ocupación, aptitudes necesarias, etc. Tu vida cambiará.

Dada mi edad y experiencia, poco ya me puede sorprender. No tiene importancia si esta crisis será parecida a la del 1989, a la del 2001 o a cualquier otra. Lo importante es que tengamos conciencia que el Titanic chocará (recuerde el lector que quién escribe trata de provocar desde los extremos para que podamos pensar estrategias que sean distintas a las que por inercia siempre usamos).

Quizás te sirvan mis 10 tips y si no, piensa los tuyos y debatamos. Pero piensa!

1- No tires la culpa a terceros (gobiernos, partidos de diestra o siniestra, etc.) y no seas parte de los regimientos de lamentadores y resentidos. Con el odio no construyes.

2- El peso argentino estará muy devaluado desde hace años. Piensa más allá de lo que nunca has imaginado. Te recomiendo visitar www.gapminder.org y descubrir cómo viven naciones cuyos ingresos por familia son de unos USD 6.000 anuales (unos $75.000 mensuales al dólar de hoy).

3- Actualiza tu CV y conéctate ya con el exterior. Estate dispuesto a migrar (o bien trabajar desde aquí) a cualquier país. ¿Sabías que hay mucha demanda calificada en Centro América, Canadá, Países de Europa del Este?

4- Si estás en edad de empezar a estudiar enfócate en Ciencias Duras, BigData, IT, Desarrollo de Softwares.

5- Si no estás en edad de estudiar, leer nuevamente el punto 4 ya que también te cabe. Y si ya te has recibido, bien te vendría volver a los libros y releer sobre estos temas.

6- Si te quieres amparar en algún empleo dentro del Estado, nada diré. ¡Sobrevive! Pero debes saber que estarás perdiendo el tiempo.

7- Saber idiomas marcará la diferencia. Todos los profesionales chinos e hindúes hablan inglés. Todos. Y para que lo sepas sus costos de mano de obra son más bajos que los nuestros. Debes pensar como un vietnamita o un camboyano. Ya sé que esto puede parecerte ofensivo. Sácate de encima los pruritos y pon manos a la obra. Lee un poco sobre geopolítica y economía de esos países.

8- ¡Sobrevive! Todo trabajo es digno. Tu “status” no está dado por el cargo que tienes. Tu “status” está marcado por lo que eres. Mientras sobrevives puedes ser fletero, manejar un taxi, un Uber o cualquier cosa. Pero no pierdas de vista jamás tu objetivo profesional final.

9- Muévete, muévete, muévete. Nadie te vendrá a buscar. Estás en la jungla y solo. No llores, no llores, no llores. Mientras estás quieto y lloras, otro te sacará ventaja.

10- Todos sabemos que quieres ganar más. Pero acepta mi consejo: si no consigues el trabajo que te pagará 100, por lo menos toma el que te paga 90, ya que al estar activo podrás pasar al otro estadio.

Si al terminar de leer esto, te sientes abatido, comienza nuevamente por el punto 1.

Tributo a Gervasio Antonio de Posadas (1757-1833).

*El autor es empresario y docente