Argentina parece persistir en el error, mientras el resto del mundo corrige a través del aprendizaje

El país vive horas aciagas. La fuerte ochentización de la economía, el regreso del stop and go, el incremento del populismo inconducente, recuerdan tiempos que parecían lejanos, con su carga de contradicciones y peligros

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El atraso cambiario y la imposición de retenciones a las exportaciones agropecuarias es una características del "populismo"
El atraso cambiario y la imposición de retenciones a las exportaciones agropecuarias es una características del "populismo"

El populismo en realidad es un gran ausente, ya que este es definido como un sistema que utiliza la demagogia y el voluntarismo, como herramientas principales, en la búsqueda de sus objetivos, que no es otro que el cumplimiento de las aspiraciones o deseos de las mayorías populares.

Lo que rige hoy no encaja en las definiciones clásicas de los economistas, puesto que el único beneficiario de las decisiones oficiales parece ser el bienestar de los integrantes de la corporación política y sus satélites.

El verdadero populismo, se sirve de un conjunto de políticas temporalmente inconsistentes, que aportan beneficios transitorios en el corto plazo, comprometiendo o anulando las posibilidades de crecimiento genuino en el largo, que son las que permiten incrementar sostenidamente el bienestar de la población.

El verdadero populismo, se sirve de un conjunto de políticas temporalmente inconsistentes, que aportan beneficios transitorios en el corto plazo, comprometiendo o anulando las posibilidades de crecimiento genuino en el largo

Existe una amplia bibliografía sobre lo que algunos autores denominan “experiencias populistas de redistribución de ingresos”, en las que bajo una ideología nacionalista se busca desarrollar políticas económicas compatibles con los objetivos citados anteriormente.

Según Rudiger Dornbusch y Sebastián Edwards (La Macroeconomía del populismo en América Latina), un ingrediente importante de estas políticas es el mantenimiento de la sobrevaluación cambiaria y la imposición de retenciones a las exportaciones agropecuarias. Un tipo de cambio efectivo bajo para el sector productor de alimentos incrementa la cantidad de éstos que pueden comprar los asalariados. Esto genera un atraso relativo en la producción y la inversión del sector y serios inconvenientes en el balance del comercio exterior.

Un tipo de cambio efectivo bajo para el sector productor de alimentos incrementa la cantidad de éstos que pueden comprar los asalariados. Esto genera un atraso relativo en la producción y la inversión del sector (Reuters)
Un tipo de cambio efectivo bajo para el sector productor de alimentos incrementa la cantidad de éstos que pueden comprar los asalariados. Esto genera un atraso relativo en la producción y la inversión del sector (Reuters)

También suelen utilizarse los congelamientos de las tarifas públicas y de los precios y salarios, con el objetivo de mantener reducida la inflación y no perjudicar el objetivo redistributivo.

Y en el frente monetario, y como consecuencia de la poco feliz idea de que “un poco de inflación es buena para la actividad económica”, suele producirse una expansión del dinero y del crédito, que provoca fuertes presiones inflacionarias.

En cuanto a los resultados de las experiencias que estudian los autores mencionados, las inconsistencias en las políticas aplicadas, tras un período inicial exitoso, habitualmente han generado crecientes y acentuados desequilibrios en los mercados, que hicieron insostenibles en el largo plazo los avances obtenidos en materia de redistribución de ingresos.

Resultados contraindicados

La deficiente asignación de recursos económicos desembocó invariablemente en ajustes de mayor o menor envergadura, dependiendo de la magnitud de los desequilibrios acumulados. Los problemas económicos que tornaron inviables la continuación de estos modelos comenzaron siempre a manifestarse en el balance de reservas de la autoridad monetaria y en la inflación.

Los problemas económicos que tornaron inviables la continuación de estos modelos comenzaron siempre a manifestarse en el balance de reservas de la autoridad monetaria y en la inflación

La escasez de divisas es el origen de importantes perturbaciones inflacionarias, debido a que las recurrentes crisis externas impulsan repetidas devaluaciones de la tasa de cambio.

La escasez de divisas en el Banco Central es el origen de importantes perturbaciones inflacionarias, debido a que las recurrentes crisis externas impulsan repetidas devaluaciones (Reuters)
La escasez de divisas en el Banco Central es el origen de importantes perturbaciones inflacionarias, debido a que las recurrentes crisis externas impulsan repetidas devaluaciones (Reuters)

Si bien otros países han sucumbido a la tentación del populismo, sólo Argentina parece persistir en el error, mientras el resto del mundo ha ido corrigiendo el fenómeno a través del aprendizaje traumático de sus pueblos.

Las crisis producto del populismo, en Argentina, ocurrieron tanto con gobiernos militares como civiles, y también con el predominio de distintas corrientes ideológicas dentro de cada partido, poniendo así de relieve que no se trata de un fenómeno atribuible a una corriente partidaria o de pensamiento determinada, sino a rasgos más profundos de la sociedad y de la política argentina.

Las crisis producto del populismo, en Argentina, ocurrieron tanto con gobiernos militares como civiles, y también con el predominio de distintas corrientes ideológicas dentro de cada partido

Algunos autores postulan la existencia de un modelo populista cíclico, que se caracteriza por la expansión permanente del gasto público. Cuando se traspasa el límite máximo compatible con una baja inflación, las variables nominales tienen un crecimiento vertiginoso, lo cual genera una crisis. Pero esto no implica la caída final del modelo. Se trata simplemente de la ruptura del límite superior del “ciclo populista”. La inflación licua el gasto y los salarios, y la economía vuelve a funcionar “normalmente”, lista para iniciar un nuevo ciclo alcista del gasto público.

La acumulación de nombramientos de centenares de miles de nuevos funcionarios, sin ningún conocimiento en materia de gestión, que además reciben salarios elevados como premio a la militancia política, ha terminado de expandir el presupuesto de nación, provincias y municipios hasta límites insospechados.

Debate virtual que aprobó la ampliación del Presupuesto 2020
Debate virtual que aprobó la ampliación del Presupuesto 2020

La inflación está haciendo su trabajo de licuar el gasto público no político y las consecuencias están a la vista. La sublevación de médicos, policías y maestros es consecuencia del desvío de fondos desde el cumplimiento de las obligaciones básicas del sector público hacia los familiares, amigos y conocidos de los integrantes de la corporación “reinante”.

El “pueblo” se queda con las manos vacías y el fantasma del “que se vayan todos” vuelve a oscurecer el horizonte. Sin embargo, la solución es política y debería darse dentro del marco institucional vigente.

El populismo no es un rasgo exclusivamente argentino. Muchos países pudieron alejarse de él mediante un bipartidismo que impone un mecanismo superior de superación de la dicotomía entre acumulación y crecimiento, por un lado y distribución y estancamiento por falta de inversión, por el otro

El populismo no es un rasgo exclusivamente argentino. Muchos países pudieron alejarse de él mediante un bipartidismo que impone un mecanismo superior de superación de la dicotomía entre acumulación y crecimiento, por un lado y distribución y estancamiento por falta de inversión, por el otro. La existencia de un partido “acumulacionista” y otro “distribucionista”, permite que, alternadamente, puedan generar crecimiento con equilibrio social, evitando los excesos en uno y otro sentido. La tragedia argentina es la falta de un sólido partido “acumulacionista”.

El gran interrogante del momento argentino actual es si hay espacio para el crecimiento de una alternativa que supere los infranqueables límites en los que el discurso populista encerró las mentes y los corazones de millones de personas que, ingenuamente, creen ser beneficiarias de las políticas que, utilizando siempre los mismos instrumentos, pretenden alcanzar resultados diferentes.

El autor es Economista y asesor financiero

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