El PBI del tercer trimestre registrará otra formidable caída

La extensión de la cuarentena mantuvo retraída la actividad productiva y comercial, en particular en comparación con el ya bajo nivel del año previo

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La industria automotriz mantuvo en julio una elevada capacidad ociosa
La industria automotriz mantuvo en julio una elevada capacidad ociosa

En julio, la economía se amesetó tras dos meses de relativa “mejora”, y agosto -aún con explosión en los contagios- traería mejoras marginales posiblemente explicada por el paso de “pesos a bienes”. Igualmente, aún con una atenuación de la cuarentena, el PBI del III trimestre registrará otra “formidable” caída (aunque menor a la registrada de 16% en el segundo trimestre).

De hecho, en julio, el cobro de los impuestos por actividad mejoraron 14% mensual ante la estacionalidad –medio aguinaldo- de las cargas sobre la nómina salarial. Pero, medido respecto del 2019, crecieron 21% en términos nominales y cayeron 16% en valores reales, a similitud de lo registrado en junio. Mirado entonces, en forma neta, la recaudación real no mejoró, reflejó el impacto de la vuelta de AMBA a la Fase 1 de cuarentena, que cortó la secuencia alcista de la demanda y actividad, observada en los dos meses previos tras el piso de abril.

En forma neta, la recaudación real no mejoró, reflejó el impacto de la vuelta de AMBA a la Fase 1 de cuarentena, que cortó la secuencia alcista de la demanda y actividad, observada en los dos meses previos tras el piso de abril

Así los indicadores de actividad reflejaron este sesgo amesetado: no cambió la movilidad, cayó la demanda de autos y levemente la liquidación de divisas, mejorando solamente los despachos de cemento.

En lo que respecta, a las cuentas fiscales, el déficit primario de julio habría sido menor. En el orden de los $160 mil millones (0,6% PBI del año), y por debajo así del registrado en el II trimestre de unos $245 mil millones (casi 1% del PBI) promedio mensual. Los ingresos percibidos por el Gobierno habrían mejorado 11% interanual, en tanto los gastos 55% interanual.

La razón: la menor velocidad del gasto primario - o “se termina la ejecución del presupuesto COVID-19”-. En esa dirección se registró menor asistencia financiera del BCRA al Tesoro, $171 mil millones.

En julio se registró menor asistencia financiera del BCRA al Tesoro, $171 mil millones (Reuters)
En julio se registró menor asistencia financiera del BCRA al Tesoro, $171 mil millones (Reuters)

Incluso, hacia delante, la mejora lenta de la recaudación, sumada a una mayor moderación del gasto por la pandemia, llevaría el déficit primario promedio mensual hacia $130 mil millones. Proyectándose que, en el año, alcanzaría unos $1,7 billones -en el orden del 6,5% del PBI-.

Y si bien esto sería una mejora, la acumulación del desequilibrio monetario seguiría “creciendo”, haciendo mayor aún los riesgos para “tranquilizar” la economía (término utilizado por el ministro Martín Guzmán) y transitar un camino hacia la estabilidad de precios.

Hacia delante, la mejora lenta de la recaudación, sumada a una mayor moderación del gasto por la pandemia, llevaría el déficit primario promedio mensual hacia $130 mil millones. Proyectándose que, en el año, alcanzaría unos $1,7 billones -en el orden del 6,5% del PBI-.

Y si bien esto sería una solo un sendero hacia una menor inflación (y creíble por el sector privado) daría pie, a que tras el rebote estadístico post-pandemia en 2021 (suba del PBI 3% a 5%), continúe el crecimiento.

De hecho, la idea de una muy lenta recuperación económica de Argentina prevalece y se extiende en el tiempo. Y esto se apoya sobre diferentes pilares: por un lado, en la falta de señales de atenuación de la pandemia; y por otro lado, en la ausencia de una hoja de ruta económica post-pandemia (tras la reestructuración con los acreedores privados).

El autor es Economista Jefe PPI (Portfolio Personal Inversiones)

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