Exportaciones: promoción y condiciones de acceso

La gravedad de la situación actual y la aparente coincidencia de los sectores quizás favorezcan el diseño de una política para promover las exportaciones que permita un crecimiento a partir de recursos genuinos

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La dicotomía entre mercado interno o externo todavía sigue teniendo fuerte presencia en sectores políticos influyentes (Adrián Escandar)
La dicotomía entre mercado interno o externo todavía sigue teniendo fuerte presencia en sectores políticos influyentes (Adrián Escandar)

La Cancillería presentó dos trabajos sobre oportunidades comerciales. El primero incluye 242 productos distribuidos en 62 mercados y el segundo, las perspectivas para las exportaciones agroindustriales en las regiones que tendrán un mayor crecimiento superados los efectos del COVID-19. Estos documentos coinciden con el programa presentado por el Consejo Agroindustrial Argentino (CAA) para alcanzar los 100.000 millones de dólares de exportaciones del sector.

Los trabajos de la Cancillería consisten en cruzar datos de las exportaciones actuales con las importaciones en otros países y suponer que existirían márgenes para ocupar ese espacio o lograr una mayor participación. El ejemplo utilizado es el continente africano que importa actualmente 81.500 millones de productos agropecuarios y sólo 4.500 millones que representan el 5,6% son originarios de Argentina. Las mismas conclusiones pueden extraerse de las cifras globales de Asia y Medio Oriente donde la participación argentina está concentrada en commodities.

El cruzamiento de datos permite plantear un panorama optimista para aumentar las exportaciones pero, el análisis requeriría complementarse para comprender las razones por las cuales el sector privado no aprovechó hasta ahora esas oportunidades para expandir la producción. La presentación del CAA enfatiza la necesidad de implementar políticas impositivas, laborales, cambiarias y financieras que permitan a las empresas tomar riesgos para invertir y producir a precios competitivos para desplazar a otros proveedores y asumir los gastos para llevar sus productos al exterior. El sector privado es un jugador racional y responde a los incentivos: mientras no exista el encuadre para garantizar rentabilidad difícilmente podrá encajar en planes elaborados a partir de estadísticas.

La expansión de las exportaciones depende también de las condiciones de acceso. La Unión Europea, los Estados Unidos, Australia y Nueva Zelanda y los países asiáticos incluyendo China son productores de alimentos. Estos últimos favorecen las importaciones de commodities que ingresan con arancel 0 que explican la composición de las exportaciones argentinas. Tanto la UE al igual que EEUU y China tienen una red de acuerdos de libre comercio para garantizar el acceso preferencial de sus productos incluyendo los reconocimientos sanitarios. Australia y Nueva Zelanda han seguido una política similar de apertura.

Las exportaciones agroindustriales también tienen que convivir con las políticas de ayuda de EEUU y UE y precios de sostén de China e India. Los subsidios internos de China, cuestionados en la OMC, están estimados en 212.000 millones y los de India en 38.000 millones. La soberanía alimentaria propiciada por la FAO también alienta la autosuficiencia para reducir la dependencia de las importaciones.

La Argentina, a pesar de su retórica en favor de la integración, ha mantenido una política consistente en contra de los acuerdos de libre comercio que termina por perjudicar sus exportaciones. El Mercosur no ha podido todavía consolidar una zona de libre comercio en el continente americano donde no solo tendrían mayores oportunidades las exportaciones agroindustriales sino también las industriales. Los datos indican que de un total de 9843 empresas exportadoras 7877 están activas en los países de ALADI. Las diez primeras empresas ocupan el 35% del total exportado indicando una fuerte presencia de las pequeñas y medianas. Las empresas exportadoras a EEUU son 2020 y el 46% del total corresponde a las 10 primeras. En cambio, las empresas activas con China son solo 980.

El ministro Martín Guzmán expresó que la Argentina necesita exportar para quebrar los ciclos de “stop & go” y entrar en una senda de crecimiento permanente. En realidad, todos los economistas repiten ese paradigma desde la publicación de los escritos de Díaz Alejandro allá por los años 60 sin que haya sido posible aplicar sin interrupciones una misma política. No es por desconocimiento: la dicotomía entre mercado interno o externo todavía sigue teniendo fuerte presencia en sectores políticos influyentes.

La gravedad de la situación actual y la aparente coincidencia de los sectores quizás favorezcan el diseño de una política para promover las exportaciones que permita un crecimiento a partir de recursos genuinos. La creación de condiciones para permitir la expansión del sector privado en el mercado internacional requerirá un consenso para respaldar la continuidad que es la única garantía para alcanzar los objetivos.

El autor es Licenciado en Economía Política (UBA), Master in Economics (University of Boston) y fue embajador argentino en Tailandia. Es Miembro Consultor del Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales (CARI)