Deuda: el desacato del 2014 agravó la cesación de pagos del 2001

No pagar las sentencias, que van a seguir saliendo, es una locura, porque abre nuevamente la vía judicial y los tribunales de EEUU pueden tomar al país como rebelde

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El fallecido juez Griesa declaró a Argentina en desacato
El fallecido juez Griesa declaró a Argentina en desacato

Si bien la Argentina entró en default en el 2001, originalmente, en 2014 sumó, además, una situación de desacato ante la justicia norteamericana por incumplimiento de una decisión de la corte de Nueva York, confirmada por la cámara, que le ordenaba pagarles a quienes no habían aceptado los canjes del 2005 y 2010.

Que el país no cumpla con el pago de las sentencias en Nueva York es un dislate estratégico, ya que el país paga por un bono argentino como si fuera un bono con la nota de grado de inversión. Ahora, la oferta que está haciendo la Argentina es mucho más económica que si tuviera que pagar la sentencia con los intereses completos.

No pagar esas sentencias, que van a seguir saliendo, es una locura, porque abre nuevamente la vía judicial y los tribunales de EEUU pueden tomar al país como rebelde

La demanda que hoy se confirmó tendrá que pagar la Argentina por 224 millones, según un fallo del Tribunal se hace por el capital que se aceleró con el default (en este caso, el no pago en 2014) más el interés del bono hasta la fecha de la demanda. A partir de esta fecha, se sumó el interés del bono, más el 9% fijado por la tasa judicial de Nueva York. Y, luego, corrió también una tasa federal, similar a la de los bonos del tesoro de los Estados Unidos.

Es decir, pagar la sentencia es siempre más caro que entrar a un canje.

Si bien la Argentina entró en default en el 2001, originalmente, en 2014 sumó, además, una situación de desacato ante la justicia norteamericana por incumplimiento de una decisión de la corte de Nueva York

Hoy, no pagar esas sentencias, que van a seguir saliendo, es una locura, porque abre nuevamente la vía judicial y los tribunales de EEUU pueden tomar al país como rebelde.

Todo lo que solucionó el Gobierno anterior, empieza a reabrirse. Y los acreedores, en sede judicial, no se cansan nunca.

Por esta razón, los acreedores, que no son agresivos, podrán seguir reclamando porque, con el nuevo bono, les cambiarán los términos del contrato original y por lo tanto, siempre les pagarán menos que lo que les correspondería cobrar.

El autor es abogado y especialista en temas de deuda. Es socio en la Argentina y Uruguay del estudio jurídico Diaz Reus LLP