El Everest de Alberto Fernández

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El presidente de Argentina, Alberto Fernández, señala un gráfico durante una conferencia de prensa en Buenos Aires en la que anunció la extensión de una cuarentena obligatoria en grandes ciudades debido a la pandemia del coronavirus. 10 abr, 2020. Esteban Collazo/Presidencia de Argentina/via editores de Reuters. Esta fotografía fue provista por un tercero.
El presidente de Argentina, Alberto Fernández, señala un gráfico durante una conferencia de prensa en Buenos Aires en la que anunció la extensión de una cuarentena obligatoria en grandes ciudades debido a la pandemia del coronavirus. 10 abr, 2020. Esteban Collazo/Presidencia de Argentina/via editores de Reuters. Esta fotografía fue provista por un tercero.

El Dr. Conrado Estol me decía que cuando los alpinistas intentan llegar a la cima del Everest, muchos mueren en el ascenso y otros, en el descenso. Por eso es tan importante el acompañamiento y los cuidados que impone el gobierno argentino para no llegar al pico del contagio del coronavirus. La extensión de la cuarentena hasta el 26 de abril tiene este propósito. Pero algún día la Argentina saldrá de la cuarentena. Y es ahí donde las autoridades deberán, cual ingenieros, trabajar sobre dos variables, relajar y sujetar, dado que un brote epidemiológico puede barrer con los logros de este esfuerzo colectivo.

Tal vez la figura del Everest pueda aplicarse a la “enfermedad” del tejido productivo argentino. Necesita acompañamiento hoy, en esta cuarentena donde muy pocos sectores productivos trabajan, y luego, cuando se vuelva imperioso un plan de reconstrucción productivo post pandemia. Para no llegar al “pico” de los cierres y quiebras tan temidos, es necesario que el Banco Central obligue a los bancos al salvataje pyme. Hoy trabaja demasiado cerca de los bancos y distante de la gente.

Los mecanismos para este fin deben también discutirse en un comité de crisis. Solo el 3% de las pymes pudieron acceder a los créditos para pagar salarios a un 24% de interés. Los bancos son muy exigentes a la hora de otorgarlos, porque temen que estas pymes mueran en el intento. Y el Banco Central no ayuda en garantizar dichos créditos. Otros de los problemas de algunas pymes es que no pueden acceder a sus cuentas de ahorro en dólares para hacer frente a parte de sus obligaciones, o bien se ven obligadas a realizar una compensación de cuentas con una pérdida del 25% en el valor del dólar. Una de cada cuatro pymes sólo cubrió los cheques emitidos oportunamente.

Otras pymes desechan la posibilidad de estos créditos con una tasa a la mitad de la inflación esperada, sencillamente porque su horizonte productivo es absolutamente incierto.

Al cierre de este análisis se esperaba la reunión que en la tarde de ayer iban a tener en Olivos las cuatro cámaras empresariales del rubro más afectado por la crisis, la gastronomía, y que a su vez más mano de obra ocupa: en la Argentina son 500 mil puestos de trabajo directos. Serán recibidos por los ministros de la Producción, Matías Kulfas, y de Turismo, Matías Lammens. La reunión fue impulsada por el titular del gremio gastronómico Luis Barrionuevo, quien tiene una gran expectativa por los resultados del encuentro dado que debe firmar con los empresarios del sector un acuerdo laboral por los próximos 60/90 días, y dependerá mucho de lo pactado con el Gobierno. Debe aprovechar además al máximo el DNU que rige impidiendo los despidos. Las cámaras empresariales van a solicitar préstamos a tasa cero. En cuanto al subsidio de $17.600 que otorga el Estado destinado al pago de los sueldos para pymes de hasta 100 empleados (100% hasta 25 empleados; 50% hasta 60 empleados; y 25% hasta 100), van a solicitar que abarque a todo el sector, dado que muchas empresas del rubro tienen más de 100 trabajadores. También se espera el diseño de los REPRO.

Hoy se conocerá el informe que dos veces al año realiza el FMI, país por país. Allí se reflejará la caída económica que opera en ellos producto de la pandemia. El Banco Mundial evalúa que la caída de la economía argentina es del 5,2%. Argentina en el 2001/2 tuvo una caída del 21% del PBI. Se sabe que el FMI quiere financiar a los países afectados por la pandemia, pero para acceder, intuyen los especialistas, no se debe estar en condición de default. El gobierno argentino está preparando una propuesta que será enviada próximamente. El papa Francisco propone la condonación de las deudas, claro que para países pobres. Argentina no lo es.

El presidente Alberto Fernández goza de una alta imagen positiva, producto, intuyo, del trabajo en armonía con los sectores con responsabilidades ejecutivas de la oposición. Más allá de las encuestas, el Presidente tiene en su haber honestidad personal y debe ser implacable para que su gobierno también goce de la misma reputación.