¿Hay presos políticos en la Argentina?

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Milagro Sala (Télam)
Milagro Sala (Télam)

Un “preso político” es una persona sometida a un proceso penal y/o privada de su libertad personal debido exclusivamente a su ideología política sin que haya realizado ninguna conducta prohibida por el código penal.

En nuestro país, no existen presos políticos sino personas que por su desempeño político están siendo sometidas a un proceso penal por hechos objetivamente acaecidos.

¿O acaso no existió la tragedia de Once, la venta de Ciccone, la toma de la comisaría de la Boca, el desfalco de Sueños Compartidos, etc.?

No es posible afirmar al mismo tiempo que hay presos políticos y personas detenidas de forma arbitraria porque es un oxímoron. Un preso político supone que no existe ninguna posibilidad de revisión judicial. Una detención arbitraria implica la existencia de un sistema de revisión judicial útil a disposición de las personas.

Semanalmente la Corte Suprema de Justicia revoca sentencias en materia penal por ser arbitrarias garantizando el debido proceso sin que eso implique que las personas afectadas sean presos políticos.

Si en nuestro país existieran presos políticos, el gobierno del presidente Fernández (que incluye a sus ministros) sería antidemocrático por permitir su existencia sin actuar de forma urgente enviando un proyecto de ley de amnistía al Congreso o dictando un indulto según los casos.

¿Por qué ningún diputado o senador oficialista presentó un proyecto de ley de amnistía?

¿Por qué ningún oficialista promovió una acción de hábeas corpus que en nuestro sistema es una acción popular? Sencillamente porque no hay presos políticos en la República Argentina.

¿Quiénes serían presos políticos en nuestro país? El "significante vacío" utilizando en la denuncia de su existencia pierde todo su peso cuando hay que dotarlo de la especificidad del caso y su contexto.

Ni para la Comisión IDH Milagro Sala es una presa política sino que dicho órgano sostuvo con acierto que es una persona que tenía que estar bajo otras condiciones de detención mientras tramitaba un proceso penal.

Esto no implica que no existían detenciones preventivas arbitrarias que deben ser revisadas o planteos de violación del debido proceso que deban ser resueltos. En estos años me cansé de decirlo públicamente respecto entre otros de la prisión preventiva dictado respecto de Cristina Fernández de Kirchner y de Amado Boudou.

Que ministros del Poder Ejecutivo tiren títulos periodísticos sin dar fundamento de quiénes son los presos políticos y por qué lo son implica una presión inadecuada sobre el Poder Judicial y una demanda desigual respecto del resto de las personas sometidas a proceso penal.

Es constitucionalmente y convencionalmente adecuado el planteo del presidente Fernández y de su entorno más próximo en torno a esta temática. La existencia de presos políticos es la negación existencial del sistema democrático. Y por fortuna la democracia argentina goza de buena salud.

La reforma sustancial de la estructura del Poder Judicial debatida de forma integral y plural es el camino a seguir en el marco del Estado constitucional y convencional de derecho argentino. Insistir con el tema de los presos políticos es una forma de impedirlo.

El autor es doctor en Derecho (UBA). Este texto fue publicado originalmente en https://underconstitucional.blogspot.com/