Sigamos juntas, caminando hacia la igualdad de género

Daniela Reich

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El 3 de junio conmovió al mundo entero. Aquel primer grito de "Ni Una Menos" hizo surgir un movimiento, una modalidad de encuentro y lucha, que quedará para siempre en la historia. No solo puso en el centro de la agenda a la igualdad de género, sino que, por sobre todas las cosas, dejó en evidencia que ya nada será igual.

El compromiso de tantas mujeres y varones a partir de este movimiento cívico y social hizo que la violencia ya no se naturalice, y que las desigualdades se cuestionen. En la actualidad son más visibles que nunca las necesidades y las aspiraciones de igualdad de las mujeres, históricamente postergadas.

En ese marco comienza un camino de conquistas y avances, como ocurre con el Plan Integral de Género, la línea 144 para todas las vecinas de la provincia de Buenos Aires, los 42 hogares de protección integral o el fondo económico para situaciones de emergencia con el que ya cuentan 62 municipios.

También la lucha por Brisa se hizo ley, generando un Estado presente para los hijos e hijas de mujeres víctimas de femicidio. Y las licencias por violencia para todas las trabajadoras del Estado son un hecho. Son avances sin marcha atrás, de una agenda que llegó para quedarse.

Todo esto no alcanza para interpretar la fuerza del 3 de junio. No alcanza para describir su potencia, sus matices y sus implicancias. Porque el 3 de junio es por sobre todas las cosas un día de encuentro donde miles de mujeres nos reconocemos bajo una consigna común: "Vivas nos queremos".

Y con ese "vivas" decimos muchas cosas. Decimos "basta de violencia", pero también decimos que queremos ser protagonistas de nuestras vidas, y que esa decisión supone que ya es tiempo de que podamos vivir como deseamos. Poder elegir, poder decir "no", sin castigos, sin culpa.

En ese abrazo de mujeres diferentes nos reconocemos como otras. Otras diferentes con derecho a serlo, con derecho a cambiar y reinventarnos. Porque el trabajo de desarmar el patriarcado es uno de los más grandes legados que estamos dejando a las generaciones que vienen. El 3 de junio significa seguir luchando por una vida con más libertades y derechos.

La autora es senadora de la provincia de Buenos Aires.