Otro error de Cristina que podría facilitar el triunfo del peronismo federal

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Revival inesperado… Cristina Kirchner y Alberto Fernández
Revival inesperado… Cristina Kirchner y Alberto Fernández

En el televisor del bar, al leer en la pantalla la noticia, dudé unos minutos. El asombro obligaba a buscar explicaciones.

Como un golpe de palacio, un personaje unido a los Kirchner desde siempre (más a Néstor) que luego deambuló buscando otros techos, ahora estaba retornando al grupo madre y nada menos que como impensado candidato presidencial.

Daniel Scioli era delegado, Alberto es heredero. Y marca que Cristina tiene los votos, el deseo, pero no las ganas de cargar la responsabilidad de gobernar. Néstor lo hacía, a ella no le gustaba, y con Alberto vuelve a tener libertad. Ser vice es decorativo, ella lo sabe, nunca los respetó.

Alberto es un personaje del poder, pero claramente no del prestigio ni del carisma. Una mezcla de progresismo con poco peronismo, con pasado cavallista (quien esté libre de prontuario, que tire la primera piedra, de todas formas), y hasta acompañó a Florencio Randazzo en las elecciones de medio término del 2017 en un intento del Gobierno de debilitar a la oposición.

Una situación rara, pero en realidad muy simple: una Cristina con votos pero sin ganas, un personaje con ganas pero sin votos. Su palabra se había visto devaluada por estos días, cuando comenzó prometiendo una Cristina más dulce: el libro lo desmintió, y él mismo, al hablar de los jueces, dio la peor impresión posible, la sustitución de la justicia por la venganza.

¿Algo buena de esta noticia? Termina con la duda y obliga a jugar a los otros. Los radicales, a evaluar si quieren continuar con Mauricio Macri, con un importante riesgo de quedar afuera del ballotage. Y al peronismo federal le devuelve la esperanza y la posibilidad de ser gobierno. En Córdoba hubo triunfo y un discurso inteligente, democrático, superador de la grieta, y ahora solo queda una interna entre los tres o cuatro que lo decidan.

El peronismo federal puede dialogar con radicales y socialistas, Alberto no tiene a nadie para convocar, ya están todos. Estamos en condiciones de recuperar la democracia, y también en riesgo de perderla. Que cada quien cumpla su tarea, nosotros, los peronistas, una interna digna, con todos incluidos. Es posible, estamos obligados a hacerlo.