Argentina y Chile: una nueva etapa en el proceso de integración económica

Compartir
Compartir articulo
(Foto: Adrián Escandar)
(Foto: Adrián Escandar)

Desde el inicio de la gestión de Gobierno nuestra política exterior se centró en la inserción internacional de la Argentina, posicionando a las exportaciones como eje de nuestra política productiva. Esta decisión está basada en el potencial que los argentinos tenemos para ofrecerle al mundo productos y servicios con valor agregado.

Para avanzar en la estrategia de inserción inteligente es fundamental establecer lazos comerciales y diplomáticos con otros países, generar un diálogo público-privado para atender las necesidades de todos los sectores, y constituir compromisos internacionales en pos de que las empresas argentinas puedan acceder a mejor tecnología y a insumos de precio competitivo y calidad.

En este sentido, los acuerdos internacionales son un instrumento fundamental. Permiten establecer compromisos de largo plazo, reglas claras para potenciar el acceso a mercados, la inversión, el desarrollo de cadenas de valor y el intercambio de conocimiento e ideas entre los países.

Si bien nuestro país avanzó en diversos acuerdos, entre los que se destaca el Mercosur, aún queda mucho camino por recorrer. Los acuerdos vigentes cubren apenas el 10% del mercado global, una proporción menor frente a las redes de acuerdos que han desarrollado nuestros vecinos, como es el caso de Chile y Perú. Por este motivo, estamos avanzando en una ambiciosa agenda de acuerdos comerciales que potenciar nuestra inserción y apoyar el desarrollo exportador y de inversiones en nuestro país.

Recientemente entró en vigencia el Acuerdo de Libre Comercio de última generación firmado con Chile. El tratado moderniza las disciplinas y las regulaciones en línea con las últimas tendencias internacionales en acuerdos comerciales y tiene un importante significado político, ya que, por primera vez, nuestro país asume compromisos en disciplinas del siglo XXI, como comercio inclusivo, contratación pública, pymes, desarrollo sostenible, política de competencia, transparencia, asuntos laborales, medioambientales, de género y cooperación comercial.

Pero, ¿qué beneficios tiene para nuestro país que se implemente este acuerdo? En primer lugar, hay que destacar que Chile es uno de los principales socios económicos de la Argentina y uno de los destinos más dinámicos de exportación. Desde el inicio de esta gestión, las exportaciones a Chile crecieron un 26 por ciento. Además, es el segundo destino de exportación de la región de América Latina, el cuarto a nivel mundial —con exportaciones por más de 3 mil millones de dólares en 2018— y el segundo destino global con mayor cantidad de empresas exportadoras argentinas, destacándose particularmente las pymes.

En segundo lugar, la implementación de este tratado incentivará fuertemente las inversiones y proveerá más y mejores oportunidades de acceso al mercado chileno en un importante rango de sectores y actividades, incluyendo los servicios basados en el conocimiento. En este sentido, cabe resaltar que Chile es el quinto inversor extranjero en la Argentina, con un stock de IED de 4 mil millones de dólares.

En tercer lugar, se destaca que, por primera vez, bajo un tratado internacional, se establece que los productos y los servicios argentinos podrán acceder al mercado chileno de compras públicas en igualdad de condiciones que los proveedores chilenos. Esto permitirá consolidar un sistema de contrataciones públicas eficiente, transparente y competitivo.

Por último, la implementación de este acuerdo no solo permitirá una mayor integración de la Argentina con la Alianza del Pacífico, sino que además beneficiará a los exportadores argentinos a partir de la agilización de los trámites del comercio exterior, la eliminación de barreras para productos agropecuarios y manufacturados, y la reducción de costos de transacción (transparencia, simplificación de procesos, certificados digitales, beneficios para operadores confiables, entre otros).

Este es un gran paso en el camino que estamos trazando para lograr una mayor integración con el resto del mundo y que nos impulsa a crecer, innovar y trabajar para ofrecer productos y servicios con alto valor agregado.

La autora es secretaria de Comercio Exterior del Ministerio de Producción y Trabajo de la Nación.