El ataque a Yadón y a Olivares disminuirá la atención a la presentación del libro de Cristina Kirchner

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Hay que ser muy paranoico o muy retorcido para sostener, como hizo hoy el delincuente detenido Luis D'Eelía, que el gobierno mandó a matar a Miguel Yadón y balear al diputado nacional Héctor Olivares para bajar la expectativa que genera la presentación Sinceramente, el libro de Cristina Kirchner.

Sin embargo, ciertamente, el conmocionante ataque disminuirá, aunque sea en parte, la atención del acto político disfrazado de lanzamiento cultural. Pero, al contrario de lo que dice D'Elía, su menor relevancia, en vez de perjudicarla la favorecerá.

Le quitará, aunque sea parcialmente, su irritante centralidad. Se la colocará, como corresponde cuando un hecho luctuoso como el que sucedió esta mañana impacta tanto, en un lugar lógico y menos estrambótico. El de una ex Presidente incómoda y ansiosa porque ya no maneja el poder y pretende volver a partir del deterioro del actual gobierno y su deseo de 'cuánto peor, mejor'.

Algunos creen que a Cristina Kirchner se le da más importancia de la que debe tener porque no hay asuntos más entretenidos para analizar. Hoy apareció uno. Y quizá la termine colocando, aunque sea por unas horas, en el lugar de importancia que verdaderamente debería tener, más allá del ruido ambiente.

* Editorial de Luis Majul en el programa La Tarde en CNN Radio