Medidas de emergencia: ¿a quién le importa si Macri está convencido?

Compartir
Compartir articulo

Los analistas clásicos que insisten con que el Presidente Mauricio Macri se vio obligado a tomar medidas que no siente y de las que no está convencido deberían enfocarse en lo principal: si serán realmente efectivas y producirán el alivio que buscan. La segunda lectura necesaria es más que obvia: por supuesto que el jefe de Estado lo hace porque cree que así tendrá más posibilidades de ser reelecto. O, si lo queremos poner en términos más dramáticos: para evitar una derrota segura.

¿Y por qué importaría tanto? La historia reciente está plagada de ejemplos de jefes de Estado que toman decisiones sin entusiasmo o a regañadientes. Sin ir más lejos: Cristina Kirchner envió el proyecto de Asignación Universal por Hijo cuando no tuvo más remedio que hacerlo, porque la presión de la oposición ya era insostenible. Sin embargo antes, y varias veces, había opinado que no tenía el presupuesto para impulsarlo y que aprobar el programa sería irresponsable y suicida.

Algo parecido sucedió con la ley de matrimonio igualitario. Cristina Kirchner se subió a la ola cuando casi la estaba tapando. La surfeó tarde y mal. La gran impulsora no fue ella sino Vilma Ibarra. Pero necesitaba los votos y se la terminó apropiando.

Ahora volvamos a lo básico. Van a congelar por seis meses los precios de 60 alimentos básicos. Entre ellos el arroz, el yogur y la polenta. Las tarifas de gas de luz y de agua no tendrán nuevos aumentos hasta fin de año. Habrá precios más accesibles en algunos cortes de carne. Volverán los descuentos entre un 10 y un 25 por ciento para los 18 millones de beneficiarios del Anses que paguen con tarjeta de débito. Eso incluye a los jubilados, pensionados y a quienes reciban la Asignación Universal por Hijo. Todos ellos la podrán usar para las compras de productos de supermercado, indumentaria y electrodomésticos. Los precios de los servicios de la telefonía celular se congelarán hasta el 15 de septiembre. Los beneficiarios de la Asignación Universal por Hijo (AUH), Hacemos Futuro, Proyectos Productivos Complementarios y el programa Más Vida de la Provincia de Buenos Aires y su grupo familiar podrán acceder a descuentos de entre el 20% y el 70% en medicamentos en una red de 5.000 farmacias distribuidas en todo el país. Y por cuerda separada, la AFIP lanzará un nuevo plan de pagos para regularizar deudas tributarias vencidas de todos los contribuyentes, "con una tasa menor a las de planes previos y un plazo mayor para cancelarlos".

Si uno analiza con detenimiento las repercusiones sobre el paquete de medidas que se acaban de anunciar podrá concluir que la mayoría piensa que es un alivio, aunque no va solucionar los problemas estructurales de la economía. Y después de todo ¿no era esto lo que pedían Elisa Carrió, los radicales y una gran parte de la oposición, incluidos algunos economistas y dirigentes políticos del kirchnerismo?

Que ni Macri, ni Marcos Peña ni Nicolás Dujovne crean demasiado en ellas, a esta altura, parece lo de menos. Quizá, para ser más coherentes, se los debería criticar por su demora en anunciarlas e implementarlas. Durante el discurso de apertura de sesiones de marzo, por ejemplo, hubiese sido mucho mejor. Ahora quizá podría ser demasiado tarde.

*Editorial del periodista Luis Majul en el programa La Tarde en CNN Radio