Otro gobierno de Macri sería malo, pero un regreso de Cristina sería mucho peor

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(EFE)

El fracaso de Macri es, indudablemente, tan rotundo que casi les devuelve la esperanza a los admiradores de Cristina. El Gobierno de Cristina fue tan horrible que ni los peores errores de su sucesor le permiten recuperar legitimidad. Y ahora, tras las revelaciones de los cuadernos, encontraron un madero en medio de la tormenta, inventaron una operación con un juez de menor autoridad y unos informantes jubilados con registros vencidos, una verdadera arremetida final.

Para los que conocemos la historia, este tipo de operación (suicida) es de manual, fruto absurdo de la negación de la derrota y de la impotencia que los lleva a creerse mucho más de lo que son. Atroz resulta que se intenten llevar el peronismo con ellos, nunca lo respetaron y ahora lo pretenden como camuflaje para la "contraofensiva" , grotesco. Ya tuvieron una con ese nombre en peores tiempos. Durante el Gobierno de Perón hablaban de violencia en democracia, ahora hablan de justicia después de los cuadernos, después de haber perdido la dignidad para siempre.

Hasta hicieron un homenaje a Nicolás Maduro, veleidades de "imberbes" que no maduran nunca, se pudren verdes. Y meta repetir la cantinela de "la unidad para vencer al enemigo", olvidan que para muchos, demasiados, el enemigo son ustedes, esa mezcla de revolucionarios oxidados con burócratas extraviados. Triste final para un intento de cooptación del peronismo o, mejor dicho, del movimiento nacional. Ustedes no son nada, ni peronistas ni revolucionarios ni nada que se les parezca. Ustedes vinieron a dividir la sociedad, a hacerle el juego a la peor derecha para que la gente de bien, en repudio a sus fechorías, tenga que asumir la versión más saqueadora del capitalismo.

El Gobierno, en su fracaso, quiere amontonar a todos las voluntades de lucha en el oscuro espacio de los Kirchner, y ustedes, en su irracional visión de la realidad, impulsan el abrazo del oso, la manera más vil de inocular el veneno de la peor imagen social al resto de los mortales. Sin ustedes, Mauricio Macri y sus políticas no hubieran sido posibles; sin el miedo que incitan, la democracia no se hubiera convertido en un refugio desesperado más allá de las miserias económicas del fracaso oficial. Pero ustedes de nuevo convocando al atraso, al retroceso de los pueblos. Venezuela es una vergüenza, también lo es la oscura denuncia de los cuadernos, de esa marca indeleble de vuestra organización delictiva. Ustedes fueron la guerrilla en los setenta y ahora son la vergüenza del peronismo, de esa causa que usaron sin respetar, que intentaron usurpar sin ni siquiera conocer.

Necesitamos la condena al kirchnerismo para luego, desde esa base, poder debatir un modelo digno de sociedad con democracia y justicia social. Generaron un absurdo debate entre qué es peor: Macri o Cristina. Y es entonces que estamos obligados a aclarar que Cristina es peor que Macri, que ustedes son los peores de la opción democrática, simplemente porque no son ni fueron ni serán democráticos, y los que gobiernan están distantes del talento y la eficiencia, pero mucho más cerca de las libertades que ustedes.

Ustedes terminaron convirtiendo al peronismo, al movimiento nacional, en un simple partido más de la izquierda agresiva que nos habita. Como otro de los grandes aciertos del General con el futuro: "Yo les regalé una estancia y ellos instalaron un quiosco", era un vidente, dijo: "Qué quieren esos imberbes". Y ahora está claro, querían destruir lo que quedaba. Y nos aconsejó "no ser ni sectarios ni excluyentes", otra premonición, nos preparaba para la enfermedad que supo expresar el kirchnerismo.

El Gobierno de Macri es tan pobre de talento y de espíritu que solo puede desarrollar el odio al pasado, y ustedes son lo suficientemente tontos como para convertirse en el miedo al caos que haga posible la atroz seguridad de la injusticia social. Son las dos caras de una sociedad que perdió la esperanza, ambas nos obligan a buscar una salida, a intentar una síntesis superadora. Estamos en condiciones de lograrlo.