La importancia del testimonio en el pensamiento de Francisco

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(AFP)
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Mt 7,15-20: Por sus frutos los conoceréis.

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
—Cuidado con los profetas falsos; se acercan con piel de oveja, pero por dentro son lobos rapaces.
Por sus frutos los conoceréis.
A ver, ¿acaso se cosechan uvas de las zarzas o higos de los cardos?
Los árboles sanos dan frutos buenos; los árboles dañados dan frutos malos.
Un árbol sano no puede dar frutos malos, ni un árbol dañado dar frutos buenos.
El árbol que no da fruto bueno se tala y se echa al fuego.
Es decir, que por sus frutos los conoceréis.

Dos expresiones del Papa a los fieles en los últimos días: "Vayan, den testimonio, no son necesarias las palabras". Y enseguida agregó: "A veces se debe hablar, pero se debe comenzar con el testimonio".

Invito a releer la narración que hace Jesús a un doctor de la Ley que le preguntó "¿Quién es mi prójimo?" (Lucas 10; 25-37). Hace más de dos mil años que nos interpela. Es un encuentro puramente físico, no hay palabras.

Es el pensamiento de Jesucristo

¿Por qué es importante conocer cómo piensa el Papa y cómo pensaba el Señor? ¿Acaso podemos pensar y actuar como ellos?

Si nos unimos al Santo Padre y a Jesucristo, "los frutos de esta unión profunda con Jesús son maravillosos: alma, inteligencia, voluntad, afectos, y también el cuerpo, porque somos unidad de espíritu y cuerpo. Recibimos una forma nueva de ser, la vida de Cristo se convierte en la nuestra: podemos pensar como Él, actuar como Él, ver el mundo y las cosas con los ojos de Jesús".

Según surge de los Evangelios, Jesucristo predica las Sagradas Escrituras, sabe leer la voluntad divina, narra historias aleccionadoras mediante parábolas al mismo tiempo que predica haciendo el bien y desarrollando su propia historia.

Así como Jesús representa a Dios Padre, el discípulo representa a Jesús que está convocado por Él (San Mateo, 28; 19-20).

Comunicar con el ejemplo evangélico

El 16 de enero pasado, siguiendo con la catequesis de la oración "Padre nuestro", de la palabra aramea abba (en español, 'padre' o 'papá'), pregunta Francisco: "¿Qué significa esta palabra para Jesús? … Toma significado y color si aprendemos a rezarlo después de haber leído, por ejemplo, la parábola del padre misericordioso en el capítulo XV de Lucas (cf. Lc 15, 11-32) (El hijo que se peleó con el padre y se fue de la casa y al volver es recibido con una gran recepción por aquel)".

Dice el Papa: "Imaginemos esta palabra, abba, pronunciada por el hijo pródigo, después de sentir el abrazo de su padre que lo había esperado durante mucho tiempo, un padre que no recuerda las palabras ofensivas que él le había dicho, un padre que ahora hace que entienda, sencillamente, cuánto lo extrañaba. Descubrimos entonces cómo esas palabras cobran vida, se fortalecen". Y relaciona con el padre y el Padre celestial, vinculando lo particular y lo universal.

De la narración al presente corpóreo

Así es como Bergoglio se identifica con Jesús sin separarse de la realidad actual, sino adhiriendo a la realidad humana con todo lo que tiene de drama y de fiesta. Dando respuestas de sentido común a los desafíos que plantea. El abrazo dirigido en un correo de texto, en un Whatsapp, no es insignificante. El abrazo del reencuentro con el "viejo" después de una pelea, hace dos mil años y ahora, en Jerusalén o en la Ciudad de Buenos Aires, sin mediaciones, tiene una intensidad sin igual, penetra en la piel, es transformador.

Francisco le dijo al padre A. Spadaro, hablando de la relación suya con los fieles que lo visitan: "Es preciso tener un contacto. Más aún, es preciso tocar a la gente, acariciarla. El tacto es el sentido más religioso de los cinco. Hace bien dar la mano a los niños, a los enfermos: estrechar la mano, acariciar… O bien mirar en silencio a los ojos. Esto también es contacto". En la salud de las relaciones interpersonales y mucho más aún en la tarea evangélica, es preciso la dimensión física del encuentro con el otro.

El pensamiento se hace historia

De muestra bastan unos pocos testimonios. En la barriada de la Capital denominada "la 1-11-14", fuimos testigos de las obras y el amor que unen a los vecinos, al ex párroco y actual obispo auxiliar de Buenos Aires Gustavo Carrara, párrocos de las capillas, servidores y otros apóstoles. Parte de su pueblo. De manera similar la proximidad se pone de relieve en los encuentros del obispo de Merlo, Moreno Maletti, y la comunidad, con obras y amor o con Carlos José Tissera, obispo de Quilmes y el pueblo quilmeño.

El martes pasado en Puerta de Hierro, uno de las barriadas más pobres de La Matanza, el obispo Eduardo García, el padre Tano y otros apóstoles inauguraron el dispensario Santa Teresa de Calcuta (sanar heridas). En pocos años: la Capilla San José, el Colegio Primario, el Club y otras obras. Secreto: no hay partidismos (El Tano), un amor tangible se siente. "No a los celos y abrir la billetera", dijo el obispo. La lista es interminable.