Elecciones 2019: protagonistas y estrategias de una contienda imprevisible

Ricardo Jaén

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Una política sin emoción, ni la gesta de Cristina ni el desafío de desalojar del poder al peronismo, ya no quedan relatos en la política argentina. Apenas, como siempre, votar en defensa propia, es decir, para no estar peor.

Casi los mismos actores del 2015, sin Scioli haciendo el papel de "la esperanza blanca" para CFK y también para los empresarios (los 12 apóstoles) por aquello de que "con Daniel va a ser distinto". Pero con Cristina haciendo campaña con el silencio, manteniendo aparentemente un núcleo duro de apoyo electoral en algunos sectores del Conurbano y un incierto nivel de apoyo en el resto del país.

Sergio Massa casi también en un mismo rol que solo hasta ahora se diferencia en el pasaje de "la ancha avenida del medio a la construcción de una nueva mayoría" destinada al parecer a repetir su suerte en las urnas.

El peronismo federal, más preocupado en retener sus territorios provinciales que en elaborar una verdadera opción de poder nacional, pensado en la inevitabilidad de CFK en esta coyuntura para ese armado, quizás pensando que 2021 sea el verdadero escenario para presentar a la sociedad una propuesta y nombres más acordes a la modernidad. En realidad, ninguno se ve manejando el ajuste y la economía.

En el Gobierno, Mauricio Macri, María Eugenia Vidal y Horacio Larreta serán el tridente para intentar ganar la elección. Cualquier cambio de escenario, por ejemplo, la modificación del calendario electoral en provincia de Buenos Aires, solo conseguiría trasmitir al electorado una nueva inseguridad similar a la que en economía resultó el anuncio de corregir las metas de inflación.

Jaime Durán Barba, a mi juicio, quien mejor pudo leer en estos últimos 12 años los deseos del electorado, sabe que es necesario mantener cierta estabilidad en el mercado cambiario, porque ello es decisivo en la construcción del humor social mantener la imagen de que en la lucha contra el narcotráfico se mantienen políticas agresivas y efectivas que se irán trasladando al combate de los delitos que afectan la inseguridad cotidiana. Tampoco abandonará y volverá a impulsar las políticas de género que, al cruzar trasversalmente al electorado, le posibilitará quizás captar votantes reacios y puntuales.

El jefe de gabinete es un excelente ejecutor para hacer cumplir la estrategia que ya ha sido consensuada, ahora solo le resta mantener la necesaria disciplina y el manejo de los tiempos en la instalación de los temas.

Claro está que en los tiempos en que la tecnología crece en forma exponencial y nos va cambiando la vida a una velocidad tan grande que ha entrenado al ciudadano a adaptarse muy rápido a las nuevas situaciones (el iPhone, la big data, Twitter por dar un pequeño ejemplo se desarrollaron en el 2007, apenas ayer) hace que cualquier análisis de riesgo político pueda quedar desactualizado en muy corto tiempo.

Todas las sorpresas políticas de estos últimos años (Donald Trump, Brexit, María Eugenia Vidal, Emmanuel Macron, Jair Bolsonaro) Rosendo Fraga nos recuerda que no existían como opción siete meses antes.

Por ello, para finalizar solo citaré a Thomas L. Friedman que en su fantástico libro Gracias por llegar tarde (Editorial Paidós 2018) dice al comienzo: "Nuestra democracia solo puede funcionar si los votantes saben cómo funciona el mundo y así poder tomar decisiones inteligentes".

El autor es analista es profesor universitario y analista político.