2019: salarios sin previsión

Solo el 49% de las empresas del mercado encuestado tienen determinado un presupuesto de remuneraciones para el 2019. Quienes presupuestaron hicieron una previsión conservadora del orden del 25% anual.

En el escenario argentino, inestable, turbulento y falto de visión estratégica, las gerencias de recursos humanos y particularmente las áreas dedicadas a la gestión de compensaciones no tienen parámetros confiables para hacer recomendaciones presupuestarias profesionalmente serias.

El 2018, aún en curso, tuvo los desaciertos más significativos en cuanto a los pronósticos. Comenzó el año con un 15%, luego se corrió a 25% y terminamos casi en 45% y 50% de incrementos, con decretos de gobierno de por medio, y paritarias permanentes.

Las encuestas reflejan esta desorientación afectada por la caída del poder adquisitivo y el consecuente impacto negativo en ventas y niveles de actividad, fundamentalmente aquellas que operan con el mercado interno. Tal es así que según un informe de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), la producción de la industria pyme cayó un 5% en octubre y llegó así al sexto mes consecutivo de bajas en lo que va del año, acumulando un retroceso de 1,9 % frente a igual período de 2017.

Los resultados de la encuesta de compensaciones de CONA RH indican que IT, agroindustria, frigoríficos, petróleo, banca minorista y mayorista, empresas que exportan sus bienes o servicios pasan un momento positivo, ya que el dólar más alto facilita sus negocios. Estas empresas han podido sostener para personal en convenio colectivo de trabajo (CCT) y fuera de convenio (FC) niveles de incrementos mayores a la media y se despegaron de las restantes actividades que no han podido seguir ese ritmo.

La volatilidad de la economía argentina no permite planificar ni asumir compromisos de lago plazo, lo que hoy es negocio mañana puede dejar de serlo, y viceversa. Esto es lo que permite presentar en compensaciones un escenario con brechas de incrementos por actividad que registran números reales muy distintos: entre 20 y 36 por ciento.

En síntesis para muchas actividades hay 15 puntos de incremento pendientes de dar y así llegar a los 45 puntos en el año. Sin duda habrá pérdida de 5 a 10 puntos de poder adquisitivo en aquellas actividades que no puedan acompañar el impacto del costo de vida.

Mantener el nivel de satisfacción y compromiso en el trabajo en actividades golpeadas por la cuestión económica será un verdadero desafío para recursos humanos y líderes de las organizaciones que no puedan sostener el poder adquisitivo del personal. En estos casos más y mejor comunicación en la organización puede ser la herramienta que facilite el entendimiento de la verdadera dimensión de la situación y la comprensión de su gente. En algunos casos si la situación persiste, perderán talento y ganarán aquellas actividades que puedan adquirirlo.

El autor es socio gerente CONA RH.