El próximo lunes 5 de noviembre todos los socios del Club Universitario de Buenos Aires (CUBA) tenemos la oportunidad de reformar el estatuto de nuestra asociación para incorporar a las mujeres como socias plenas, condición que hoy les es imposible adquirir.
Desde su fundación, en 1918, el club fue testigo de diversos avances y conquistas femeninas en materia de participación y derechos. En la década de 1930 se permitió que las mujeres que fueran esposas de socios concurran a la sede del barrio de Núñez. Posteriormente, en la década siguiente, se constituyó formalmente la categoría de mujeres adherentes para esposas e hijas de socios que subsiste hasta el día de hoy.
Sin embargo, en la actualidad aún queda mucho por lograr. Si queremos respetar el espíritu de nuestro club de familias universitarias, no podemos darles la espalda a las mujeres universitarias en su lucha por incorporarse como socias plenas de nuestra institución.
Hoy, las mujeres que pertenecen al club se ven privadas de ciertos derechos que en su mayoría son políticos, exclusivamente por una cuestión de género. Es decir, que el próximo lunes seremos los socios hombres los encargados de decidir si cambiamos el estatuto del club para permitir que sean socias, reconociendo que son nuestras pares o las sometemos a una categoría inferior solo por el hecho de ser mujeres. En este punto no hay espacio para grises: o las reconocemos como iguales o las mantenemos en un estatus que las priva de derechos.
En este sentido, la integración y la pluralidad son valores que se encuentran presentes en nuestro club. Es por ello que apoyar la iniciativa para que las mujeres puedan convertirse en socias plenas y lograr que se encuentren en igualdad de condiciones como cualquier socio no solo es justo sino que reafirma nuestros principios.
Los socios del Club Universitario de Buenos Aires nos encontramos ante un momento histórico y tenemos el desafío de estar a la altura de ello, garantizando que todos los que reúnan los requisitos puedan ser socios plenos de esta institución sin depender de su género.
En un mundo que avanza hacia la igualdad y la inclusión, los socios podemos y debemos hacer nuestro aporte. El momento para hacerlo llegó. Es ahora y no puede esperar más.
El autor es abogado. Miembro de la Junta Comunal 1. Vicepresidente de la Coalición Cívica ARI, provincia de Buenos Aires.