La victoria de Bolsonaro y la economía de Brasil

Compartir
Compartir articulo

Brasil ha elegido un nuevo presidente, cierra así el ciclo abierto por el presidente Lula da Silva (Partido de los Trabajadores) en enero del 2003, quien gobernó 8 años y fue sucedido por su correligionaria Dilma Rousseff, quien gobernó entre enero del 2011 y agosto de 2016, cuando fue destituida por el Congreso Nacional, quien eligió a Michel Temer, líder del Movimiento Democrático Brasileño en agosto del 2016.

Para entender qué ha ocurrido en estas últimas elecciones, donde con nada menos que el 55,1% de los votos fue elegido el candidato Jair Bolsonaro, es útil prestar atención a la evolución de la economía del Brasil en este siglo.

Lula inició su primer mandato de cuatro años en enero del 2003, fue reelecto por amplia mayoría y concluyó su gestión a fines del 2010. Los 8 años del mandato de Lula fueron altamente positivos para el nivel de vida de la gente, ya que el PBI por habitante creció nada menos que 37 por ciento.

Pero las cosas cambiaron radicalmente después de la sucesión presidencial, ya que durante el Gobierno de Dilma Rousseff la economía del Brasil dejó de crecer. Este estancamiento productivo fue tan grande que cuando asumió el presidente Temer, en agosto del 2016, el PBI por habitante era inferior al existente en el primer año del mandato de Dilma Rousseff, en 2011. Las cosas no mejoraron en el año 2017.

Para entender por qué razón la economía de Brasil no crece desde el año 2011 hay que prestar atención a un indicador clave: el nivel de inversión productiva. Estas inversiones son actualmente de las más bajas de América Latina, ya que apenas llegan al 16% del PBI.

Los países con economías que han venido creciendo en América Latina en la última década son los que invierten, por ejemplo, Perú, Colombia y Chile, con niveles de inversión por encima del 20% del PBI.

Esperemos que ahora se abra un nuevo ciclo de expansión y desarrollo económico en Brasil, mejorando así el nivel de vida de su gente, pero al mismo tiempo teniendo en cuenta que por mucho Brasil es la primera economía de América Latina, su crecimiento también sirva para impulsar el resto de la región, en particular el Mercosur.

El autor es ex embajador argentino en Brasil.