La desocupación y los menos escolarizados

Compartir
Compartir articulo

La desocupación en nuestros 31 centros urbanos a principios de este año afectaba, según informa el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), a 1,2 millones de personas. Esto significaba que por cada cien personas que tenían empleo había diez que buscaban trabajar pero no tenían empleo. Estas cifras corresponden al conjunto de todos los centros urbanos, pero tengamos presente que hay grandes diferencias por provincias, por ejemplo, en Gran Mendoza el desempleo es menos de la mitad del existente en el Gran Buenos Aires.

En todas las ciudades del país el desempleo castiga mucho más a aquellos que no pudieron avanzar más allá de la escuela primaria, esto es bien evidente cuando se compara con la menor desocupación existente entre quienes son graduados universitarios. Por cada cien trabajadores activos que no pasaron de la escuela primaria había 12 desocupados, mientras que entre los graduados universitarios esta relación se reducía sensiblemente, ya que llegaba a apenas 4,4. O sea que el desempleo de los menos escolarizados es casi el triple que el de los graduados universitarios.

Estamos además en presencia de un círculo vicioso, ya que las evidencias indican que las personas de escaso nivel educativo enfrentan no solo bajas remuneraciones salariales, sino que también sufren el flagelo del desempleo. Este círculo vicioso se cierra con otro hecho adicional, todas las evidencias de los Operativos Aprender nos dicen que el nivel de conocimientos de los niños pobres es inferior al nivel de conocimientos de los niños de los sectores de altos ingresos monetarios.

Un sólido sistema educativo debe procurar no solamente una enseñanza de calidad sino también fortalecer la igualdad de oportunidades.