Macri en los BRICS: balance y claves de cara a la cumbre de líderes del G20 en Buenos Aires

Ángeles Figueroa Alcorta

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Mauricio Macri participó recientemente de la décima cumbre de los BRICS en Sudáfrica, en el marco de la guerra comercial desatada por Donald Trump que afecta a varios de los países del bloque. La agenda del Presidente supuso una nueva oportunidad para ratificar la intención del Gobierno de atraer inversiones extranjeras y potenciar el intercambio comercial, todo ello en pos de reactivar la economía argentina.

El bloque de los BRICS reúne las principales economías emergentes del planeta: Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica. Representa un 40% de la población mundial, un 23% del producto bruto global y un 16% del comercio total a nivel internacional. Según estimaciones del Banco Mundial, se espera que para el año 2019 China acapare el 35,2% del crecimiento económico mundial, seguida de Estados Unidos con el 17,9%, India con un 8,6% y la Unión Europea con un 7,9 por ciento. A la vista de estas cifras, no es de extrañar que el Gobierno busque abrir nuevos mercados en estas potencias económicas, particularmente en el gigante asiático liderado por Xi Jinping.

A pesar del crecimiento en el volumen del comercio mundial en 2017 (aumentó en un 4%), basta con solo mirar algunos datos sobre el comercio exterior de nuestro país, y en particular sobre las relaciones comerciales que mantiene con China y con Estados Unidos, para entender la complejidad del panorama al que se enfrenta el presidente Macri. En lo que va del año, la balanza comercial de la Argentina mantiene un saldo deficitario acumulado de 5101 millones de dólares, casi el doble respecto del mismo período el año anterior y más de la mitad del total del saldo de 2017.

China ha sabido aprovechar la oportunidad de insertarse económicamente en la región y se ha convertido en los últimos años en el principal socio comercial de América Latina y uno de los más importantes para la Argentina. Según datos del Indec, durante el primer semestre del año, el país le exportó a China por un valor de 1711 millones, mientras que las importaciones provenientes del gigante asiático ascendieron a 6382 millones, resultando en un saldo deficitario de 4671 millones de dólares, el más alto en comparación al resto de socios comerciales de nuestro país.

Comparando estos datos con los correspondientes a Estados Unidos, observamos que, en el mismo período de 2018, las exportaciones argentinas a este país ascendieron a 1929 millones, mientras que las importaciones rondaron los 3472 millones, dando un saldo deficitario de 1542 millones.

Las medidas proteccionistas de Donald Trump y sus críticas a instituciones y acuerdos multilaterales suponen una oportunidad para China de avanzar aún más en la región, en un momento en el cual las potencias latinoamericanas buscan estrechar lazos con nuevos aliados comerciales.

Macri se enfrenta ahora a un juego de equilibrio de cara al encuentro de noviembre del G20, en el que deberá balancear los pedidos de Xi de condenar las medidas de Trump y, a la vez, mantener la buena relación que tiene con el mandatario de los Estados Unidos. Ambos gigantes presionan a sus socios comerciales a tomar partido por uno o por otro, ante lo cual el Presidente deberá demostrar la destreza suficiente para no tensionar la relación ni con Washington ni con Beijing.

La autora es profesora y responsable del Área de Relaciones Internacionales de la Escuela de Gobierno de la Universidad Austral.