China aprueba el examen de la política comercial en la OMC

Felipe Frydman

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Los Estados Unidos reiteraron el tono beligerante durante las sesiones de revisión de la política comercial de China que tuvieron lugar en la Organización Mundial del Comercio (OMC) del 11 al 13 de julio. El representante de ese país señaló: "El fracaso de China de adoptar los mecanismos de una economía de mercado abierta sobre los cuales se fundó esta organización deberá examinarse dentro o fuera de la OMC. Si la OMC quiere continuar su papel relevante en el comercio internacional, este tema no pude postergarse más".

El documento base preparado por la Secretaría de la OMC enumera los cambios económicos desde la última revisión en 2016. El informe destaca la relevancia de China en el crecimiento económico mundial y la reducción porcentual del comercio exterior que representa ahora el 31,2% del PBI. China tiene 17 acuerdos de libre comercio que tienen una participación menor en el total del comercio exterior, porque no incluye a los principales socios: Estados Unidos, Unión Europea, Japón y Corea. El promedio de aranceles para los productos agropecuarios es 14,6% y 8,5% para los no agropecuarios; el 10% de las líneas tarifarias tienen arancel 0 y mantiene 47 cuotas tarifarias. El informe destaca la falta de información sobre los subsidios en el período 2015-2017 y menciona que el Estado participa en las 100, excepto una, de las empresas más grandes. El 6,3% del total de las importaciones son productos agrícolas.

El informe señala también el programa China Industrial 2025, que contiene los sectores prioritarios para ubicar al país en la frontera del desarrollo tecnológico y dar un salto cualitativo hacia una economía del conocimiento. El Gobierno ha establecido proyectos pilotos y políticas de promoción específicas para las inversiones y las investigaciones tecnológicas que representan importantes subsidios para afrontar la competencia en el mercado mundial.

Los Estados Unidos reiteraron que la OMC no tiene los instrumentos para enfrentar los problemas creados por un país con una economía estatal y un régimen comercial mercantilista. En esa línea, los Estados Unidos reclamaron que China termine con la excusa de ser considerado país en desarrollo y escudarse en el estatus de miembro recientemente incorporado después de 17 años de pertenecer a la organización.

La Unión Europea utilizó un lenguaje contemporizador al señalar la necesidad de una mayor apertura para las inversiones, la protección de la propiedad intelectual, el papel del mercado para evitar la sobrecapacidad y los requerimientos de contenido local y transferencia forzosa de tecnología. Esta posición amistosa coincidió con la reunión cumbre Unión Europea-China en Beijing y las negociaciones de los Acuerdos de Inversiones y Protección de Indicaciones Geográficas. Las dos partes acordaron en dicha reunión la creación de un grupo de trabajo sobre la reforma de la OMC para mostrar su apoyo al sistema multilateral, y el rechazo al proteccionismo y el unilateralismo, en referencia, aunque sin nombrarlo, a los Estados Unidos.

Las dificultades económicas de Brasil y la Argentina limitaron las posibilidades de puntualizar los problemas en el comercio con China para evitar que las críticas fueran interpretadas como un alineamiento erróneo ante la embestida de los Estados Unidos al sistema multilateral. Brasil recibió entre 2003-2018 54 mil millones de dólares de inversiones y tuvo un superávit comercial de 22 mil millones en 2017, con posibilidades de expandirlo de persistir el conflicto con los Estados Unidos. Además, Brasil integra el BRICS, en cuya reunión a celebrarse en Sudáfrica el 27 de julio participará dentro del esquema BRICS plus la Argentina.

El informe elaborado por el INAI sobre el comercio Argentina-China destaca el potencial pero también las barreras no arancelarias, los contingentes arancelarios y la intervención del Estado en la comercialización de los principales productos agrícolas y los subsidios a través de precios mínimos, ayudas y subvenciones que dificultan el acceso a ese mercado y la discrecionalidad de las decisiones. Australia y Nueva Zelanda, que también son exportadores agrícolas, tienen acuerdos de libre comercio con China.

El Ministro de Comercio de China, Gao Feng, sostuvo que la revisión de la política comercial fue un "éxito total" y que la amplia mayoría de los miembros elogiaron la tendencia, el desarrollo y la contribución al sistema multilateral. El ministro Gao interpretó los resultados como un apoyo a la posición de China en el conflicto desatado por los Estados Unidos con la imposición unilateral de gravámenes adicionales. En realidad, más que la conformidad con China, los resultados muestran el aislamiento de los Estados Unidos con su prédica confrontativa y desprecio por sus socios y organismos multilaterales.

El autor es diplomático.