Ley del turf: qué hacer cuando la frazada es corta

Roberto Costa

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El turf es una actividad que va más allá de las carreras y las apuestas. Es una industria que genera trabajo y crea posibilidades de progreso, aunque podría desarrollar muchas cosas más. Años atrás, cada reunión hípica era una fiesta: familias y amigos se congregaban en un encuentro coronado por la campana de largada. Hoy, más de una vez nos encontramos con hipódromos semivacíos. Esta situación no es nueva. Desde la instalación casi ilimitada de máquinas tragamonedas comenzó a hacerse más marcado el deterioro de esa actividad.

El turf históricamente rindió mucho. Pero en los últimos 14 años, a partir de tener una entrada de dinero segura, desestimó su enorme potencial. Después de tanto tiempo de hacer las cosas de la misma manera, la industria del turf generó menos empleos, menos crecimiento. Se perdió capacidad de inventiva, ya que los recursos llegaban igual (12%, luego 9%). No se aprovechó la posibilidad, en estos años, de trasmitir en directo las carreras; no se utilizaron las nuevas tecnologías para llegar a todo el mundo con los mejores caballos; no se explotó la posibilidad de aumentar la cantidad de juego ni de interesar a chinos, norteamericanos y europeos para que compren nuestros caballos porque tenemos buenos pingos.

En estos escenarios, donde el contexto internacional nos ubica en una situación difícil, tenemos que elegir prioridades. Desde que asumimos, en diciembre de 2015, comenzamos a dialogar e indagar cómo reestructurar la actividad hípica. Llevo muchos años representando a los bonaerenses en la legislatura. En todo este tiempo nunca vi tanta participación y debate como en este caso. Hubo durante 17 meses una ardua negociación con los representantes del turf, se hicieron un montón de reuniones donde nos escuchamos, compartimos ideas y propuestas.

Queremos que la actividad crezca, prospere y vuelva a ser lo que fue. Desde la provincia queremos darle todo el apoyo posible. Pero cuando la cosa se pone difícil, hay que tomar decisiones con responsabilidad. Con esta adecuación gradual de los aportes que lo bonaerenses damos al turf no va a cerrar la industria hípica.

Estamos juntos frente a este desafío en un momento complejo. En estos escenarios, cuando los recursos son limitados, debemos ser responsables, hay que entender que la frazada es corta y que, antes de darle una manta a un caballo, se la vamos a dar a un pibe.

Pero que se queden tranquilos los compañeros de la industria hípica. Así como trabajamos en su momento para que tengan ese recurso, vamos a seguir haciéndolo para engrandecer esta actividad.

El autor es senador provincial, presidente Bloque Cambiemos.