Tiempo de descuento para las elecciones del año que viene

Todas las decisiones políticas del oficialismo estarán supeditadas a la reelección de Macri. Si el "peronismo racional" no contribuye en un acuerdo por el Presupuesto, el Gobierno le colocará el cartelito de "ventajeros e irresponsables". El lugar más cómodo, como siempre, será del cristinismo, cuyo negocio sigue siendo incendiar el país

Compartir
Compartir articulo
Sergio Massa, Mauricio Macri y Cristina Kirchner
Sergio Massa, Mauricio Macri y Cristina Kirchner

Terminó el Mundial de Fútbol, pero empezó el tiempo de descuento para las elecciones del año que viene. Arranca un año largo, mejor dicho, un año y cuatro meses, en el que todas las decisiones políticas del Gobierno estarán supeditadas al objetivo de Mauricio Macri de ser reelecto.

Una prolongada temporada en la que Cristina Fernández y el peronismo no kirchnerista, trabajarán, se presupone que separados, para volver al poder.

En este marco, sería muy raro que el Presidente y sus ministros logren alcanzar un acuerdo por el Presupuesto 2019. Hacerlo implicaría para el oficialismo un triunfo político sin precedentes, y le allanaría el camino hacia una victoria electoral segura, siempre y cuando el precio del dólar no se vuelva a desbocar y la economía no reciba cimbronazos como los que viene sufriendo desde principios de año.

Pero si el denominado peronismo racional no contribuye a consensuar la herramienta madre para tomar decisiones económicas, el Gobierno lo usaría como excusa para colocarle a toda la oposición el cartelito de "ventajera e irresponsable".

Como siempre, el lugar más cómodo será el del cristinismo, cuyo negocio parece seguir siendo incendiar el país.

La expresidenta, aunque ahora no hable y su intención de voto aumente levemente en las encuestas, sabe que su única opción para evitar ir a la cárcel es que el sistema político implosione.

La noticia que ayer anticipamos en La Cornisa debería preocuparla más que cualquier otra.

Sebastián Casanello, el juez de la denominada ruta del dinero k, quien hasta ahora se negaba a investigarla, acaba de habilitar un cruce de llamadas entre los teléfonos de Cristina y los de Lázaro Báez. Pero no solo entre las líneas de ambos, sino entre las de los asistentes personales más cercanos a los dos.

Y no pidió esa medida de prueba a la "san fasón". Lo hizo en el lapso de tiempo en el que Lázaro empezó a lavar dinero a lo pavote, después de la muerte de su amigo Néstor Kirchner.

¿Cómo plantear una campaña electoral desde el banquillo de los acusados en el marco de la serie de juicios orales y públicos que deberá enfrentar desde fin de este año hasta la misma fecha de la competencia?

Si las postales que vienen no fueran tan inconvenientes para el futuro del país, se podría decir que las elecciones presidenciales que vienen serán más interesantes que el Mundial que acaba de terminar.

ESCUCHÁ A LUIS MAJUL EN RADIO BERLÍN