Las escuelas deben estar abiertas, no cerradas

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Hace varios años el entonces presidente Rafael Correa nos dio en Ecuador un ejemplo de responsabilidad, cuando las escuelas debieron estar cerradas varios días por un gran terremoto. La respuesta de Correa fue responsable, ya que todos los días de clase perdidos fueron recuperados con clases adicionales. Este buen ejemplo está lejos de nuestra realidad escolar, ya que nuestras escuelas se caracterizan por ofrecer pocos días y horas de clase.

En América Latina encontramos a Cuba, Brasil, Colombia, México, Costa Rica, Chile y Colombia con muchos más días y horas efectivas de clase. Esto incluso suponiendo que se cumpla el calendario escolar obligatorio y mínimo de 180 días de clase, fijado por ley en el año 2005. Como esta ley no se cumplió nunca en todo el país, nuestros alumnos están entre los que tienen menos horas de clase en el mundo. Por esta razón, es momento de comenzar por lo más elemental, es decir, cumplir el calendario escolar. Desde ya que más horas de clase no mejora automáticamente la enseñanza, pero no tengamos ninguna duda: menos horas de clase consolidan el atraso educativo y comprometen el futuro laboral de los niños de hoy.

En los últimos años avanzó entre nosotros la costumbre de cerrar miles de institutos educativos y escuelas mediante los denominados feriados "puente", por ejemplo, el lunes 23 de marzo del 2015 el Gobierno decidió cerrar más de cincuenta mil unidades escolares porque el martes 24 era feriado. Este feriado "puente" disminuyó las escasas horas efectivas de clase de nada menos que 14 millones de argentinos, que asisten a un jardín, una escuela primaria o secundaria, institutos terciarios o universidades. Uno de cada tres habitantes de nuestro país es alumno en algún nivel educativo donde se juega nuestro futuro, no tenemos derecho a perjudicar el futuro de nuestros niños y jóvenes en este competitivo y globalizado siglo XXI, por eso no hay que cerrar las escuelas.

Esta práctica de cerrar escuelas lamentablemente continúa con el actual Gobierno, ya que el lunes 30 de abril nuestro país cerró la totalidad de los institutos de enseñanza. No se celebró ese día ningún hecho relevante de nuestra historia, se trató simplemente de un feriado "puente", con el propósito de promover el turismo. El Gobierno nacional perdió así la oportunidad de defender en serio el derecho a la educación, claramente vulnerado este año por los continuos cierres de escuelas debido a conflictos salariales. En este difícil y competitivo siglo XXI hay oferta de buenos empleos únicamente para aquellos que han sido bien capacitados por el sistema educativo, por esta razón no hay que cerrar las escuelas.