Asegurar la estabilidad del sistema financiero y bancario

Leonardo Leiderman

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Sin ninguna duda que el compromiso con la disciplina fiscal es un pilar muy importante para mantener la credibilidad de las políticas económicas. Esa es una condición necesaria pero no suficiente en este momento, dado que el problema actual es cómo estabilizar las expectativas, especialmente en los mercados financieros. En mi opinión, la política económica está en muy buenas manos, de un equipo muy profesional y muy bien calificado.

Es muy oportuno que Argentina tenga hoy en día un régimen de tipo de cambio flexible, el cual permite absorber los choques internos y externos de una forma mucho más satisfactoria que si estuviéramos con un tipo de cambio fijo. La suba de tasas de interés del Banco Central es realmente la forma principal de frenar la ola especulativa y tratar de mantener la estabilidad. Asimismo, la intervención cambiaria tiene a veces sus ventajas, a la par de la política de fijación de tasas de interés. Lógicamente que el Banco Central no tiene que anunciar cuándo y cómo intervenir en el mercado; ningún banco central lo hace. Hay que dejar al criterio profesional del Banco Central la decisión de cuándo y cómo intervenir, pero sin ninguna duda, la intervención per se no es la que va a frenar la demanda de dólares.

Respecto a la inflación y la meta, según la experiencia de Israel es muy importante definir dicha meta para varios años hacia adelante. En un país como Argentina, no tiene ningún sentido medir la meta solo con base en un año calendario, como con un cronómetro viendo si este mes o este trimestre se logra o no la meta. En países donde las tarifas cambian, y los impuestos y el tipo de cambio se transmiten rápidamente a la inflación, hay que definir la meta como un "multiyear target", que es el sistema que han usado Australia y Nueva Zelanda. Mi opinión es que el Banco Central tendría que redefinir la meta como convergencia gradual a una inflación anual alrededor de un 10%, o por debajo, en los próximos 2-3 años. Esa será una meta con mucha más credibilidad que la de X% para el 2018.

Tal como mencionamos, lo más importante ahora es preservar la estabilidad del sistema financiero y bancario, que exista liquidez y que todo ese sistema siga funcionando y apoyando a la actividad de la parte real de la economía. No es fácil para un sistema financiero funcionar con tasas de interés tan altas, y es por eso que hay que asegurar el sistema. Y si hay que pedir apoyo del FMI, no es ningún pecado. Para eso precisamente existe el FMI.

El autor es profesor de Economía en la Universidad de Tel Aviv; economista jefe del Banco Hapoalim, el banco comercial más grande de Israel; ex vicepresidente del Banco Central de Israel y ex jefe de Economías Emergentes en el Deutsche Bank; experto mundial en temas de mercados emergentes, flujos de capital y metas de inflación.