Por qué no genera confianza el gobierno de Macri

¿Cuál es la responsabilidad de ministros que pertenecen al Gobierno desde el primer día en el hecho de que hasta ahora no se haya recuperado la credibilidad inversora?

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Tal vez el principal déficit de este Gobierno es la falta de conciencia de sí, es decir, de que son gobierno y de todo lo que ello implica –o debería implicar- en materia de responsabilidad, sacrificio y postergación del interés privado en aras de lo público y colectivo que se debe administrar. Así lo revelan de modo brutal las declaraciones del ministro de Energía, Juan José Aranguren, cuando se explayó sobre los muchos sacrificios que tuvo que hacer y la pérdida patrimonial que experimentó al pasar de la actividad privada a la función pública.

Pero la confirmación de esta "inconsciencia" vino del propio Presidente, cuando respaldó en un cien por ciento los dichos de su ministro, que en otro país quizás hubieran acarreado un despido del gobierno, pues revelan, antes que una falta de preparación para la administración pública, una ausencia de vocación de servicio y de valores elementales. Y hablamos de un Gobierno que llegó con un mensaje ético, no sólo económico.

Salvo que, como afirmó una Diputada de su propia Coalición, tantos viajes en helicópteros y aviones privados les impidan percibir las necesidades y las condiciones de vida de la mayoría de los argentinos.

Se ven a sí mismos como terceros espectadores que están esperando que otros se hagan cargo de la tarea de recuperar la credibilidad inversora

Pero más allá de la pobreza ética del mensaje del ministro Aranguren, lo que desborda el vaso de la insensatez es la afirmación de que él no va a repatriar su dinero, hasta que el país no recupere la confianza del mundo inversor

¿Cuál es la responsabilidad de alguien que pertenece al Gobierno desde el primer día en el hecho de que hasta ahora no se haya recuperado esa credibilidad inversora? Por lo que dice, se ve a sí mismo como un tercero espectador, que está esperando que otros se hagan cargo de esa tarea, cuando ha sido nombrado nada menos que ministro de Energía y cuando fue el principal responsable de haber quebrado, con el aumento de tarifas, la espina dorsal del denominado gradualismo antiinflacionario.

En términos parecidos se expresan casi todos los ministros económicos del gobierno, como si los hubieran condenado a galeras por tener que aceptar cargos ministeriales a requerimiento del Presidente; afirman que llevaron sus capitales en el exterior por falta de confianza en el futuro del país, y que los repatriarán cuando esa carencia haya desaparecido.

Ni están haciendo las cosas bien ni es cierto que sin inversiones masivas del exterior el país no pueda salir adelante

Cabe preguntar ¿qué han hecho en los 27 meses de ejercicio de sus cargos? O creen que están haciendo las cosas muy bien y que sólo se necesita tiempo para que el éxito sea bien visible y con ello retorne la confianza, o por el contrario están convencidos de que sólo con una ayuda masiva del exterior se podrá salir del pantano.

En cualquiera de los dos casos, están profundamente equivocados, porque ni están haciendo las cosas bien de acuerdo a las necesidades profundas de la sociedad y la economía argentinas, ni es cierto que sin inversiones masivas del exterior el país no pueda salir adelante.

Sorprende que un gobierno tan ‘coacheado’ ignore que la seguridad en el triunfo final es un factor decisivo en el éxito de cualquier empresa

Sorprende un poco que un Gobierno tan "coacheado" ignore que una de las premisas de validez universal de todos los tiempos es que la seguridad en el triunfo final es un factor decisivo en el éxito de cualquier empresa, y ese es quizás el rasgo decisivo de los líderes auténticos: el aportar lo que otros jamás aportarán, el fuego interior que impulsa a las grandes empresas.

La mayor carencia en el horizonte histórico de Argentina en los últimos años es el haber perdido el sentido de la grandeza de pensamiento: todo se reduce a una lucha partidaria que no va más allá del presente, que no tiene un minuto de tiempo para concentrar la mirada en un horizonte alcanzable, pero que exige un espíritu patriótico del que se carece, como así también una formación histórica inspiradora, extraída de egregios ejemplos que esa formación revela.

Está faltando el fuego sagrado en los miembros del gobierno, justo cuando el país más lo necesita

Está faltando el fuego sagrado en los miembros del gobierno, justo cuando el país más lo necesita. Los ministros de una presidencia que aspira a una gran transformación estructural del país deben dejar de llorar por el dinero que "perdieron" por pasar de la actividad privada a la pública, y en cambio estar orgullosos y a la vez agradecidos de que la vida les haya dado la oportunidad de servir a la Nación desde los altos cargos que ocupan. No se gana un campeonato con un equipo que espera que otros hagan la tarea de triunfar, sino con un equipo cuyos integrantes estén convencidos de que la clave del éxito está en ellos, y en primer lugar en su DT, el Presidente de la Nación.