¿Qué aportaría la ley de financiamiento productivo?

Laura Rodríguez Machado

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El proyecto que se aprobó en el Senado de la Nación y ahora deberá volver a la Cámara de Diputados debido a que sufrió modificaciones fue pensado como una herramienta fundamental para brindarles un impulso importante a los sectores productivos más relevantes de la plataforma económica, a través de la financiación de capital de trabajo.

Las bases de esta iniciativa apuntan a potenciar el desarrollo de la economía real en su núcleo primario, es decir, se orientan a las micro, pequeñas y medianas empresas, las cuales generan el 70% del empleo formal en el país.

Al día de hoy, estas empresas se ven forzadas a operar con capital propio, lo cual limita su capacidad de desarrollo y crecimiento. Tanto es así que las mipymes en actividad que han accedido al mercado de capitales para financiar su actividad productiva no alcanzan al 1% del total.

Sabemos que el mercado de capitales argentino es el menos desarrollado de la región y que impera la necesidad de dictar e implementar una normativa regulatoria ágil, lineal, moderna y eficiente, que asegure procesos de inversión, capitalización y financiamiento que sean transparentes y eficaces.

El proyecto aprobado apunta a la capacidad del mercado de capitales local en toda su potencialidad, lo que se traduce en beneficios no solo para ahorristas, inversores y tomadores de créditos, sino también para empleados, proveedores, agentes, prestadores y demás actores económicos directos e indirectos, que interactúan en el giro de la economía y los negocios de producción.

Los instrumentos y los recursos financieros que esta media sanción incorpora están destinados a transformar el mercado de capitales de manera práctica y funcional, al volverlo accesible para empresas que hasta hoy se encontraban imposibilitadas de financiar su actividad y sus proyectos con herramientas competitivas, ágiles y razonables.

Fortalecimiento y desarrollo sostenido del mercado de capitales. Financiación de la actividad de micro, pequeñas y medianas empresas. Creación, desarrollo y consolidación de puestos de trabajo. Capacitación de capital humano; acceso a la vivienda y giro real de la economía con todos sus alcances. Todos estos son algunos de los efectos encadenados y sucesivos de los recursos que el proyecto incorpora, los cuales son el resultado del análisis de especialistas de los sectores de producción que se verán beneficiados con las transformaciones.

Los cuatro ejes del proyecto son:

-Inclusión financiera de las micro, pequeñas y medianas empresas; impulso de su desarrollo a través de la creación de la factura de crédito electrónica, obligatoria y con título ejecutivo; la posibilidad de utilizar el pagaré como instrumentos de financiación y creación de fondos privados con tratamiento impositivo especial.

Fomento del acceso a la vivienda a través de la creación de letras hipotecarias securitizables; posibilidad de asegurar el riesgo financiero para hipotecas y posibilidad de emitir ONs con garantía limitada; creación de fondos de capital emprendedor y fondos privados a los cuales las pymes podrán acceder para fondear sus proyectos.

Fortalecimiento de la función reguladora de la Comisión Nacional de Valores y simplificación de sus procesos.

-Fomento de la canalización del ahorro nacional hacia inversiones a largo plazo.

No hay dudas que el acceso al crédito está directamente relacionado con la inversión y que la creación de instrumentos modernos y transparentes que simplifiquen sus operaciones facilita las transacciones para que las empresas accedan a líneas de crédito que hagan posibles sus proyecciones de crecimiento, impulsando el giro económico del país, en beneficio de todos los sectores productivos.

La autora es senadora nacional PRO, Córdoba.