Invitamos a Centurión a que realice un curso de seguridad vial en Lanús

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Cuando baje el agua del último incidente de tránsito de Ricardo Centurión en Lanús, van a predominar dos elementos, más allá del escándalo. El primero, que los controles en la calle se han multiplicado de 2015 para acá. El otro, que tenemos un joven que es famoso y que tiene problemas. Nos parece que su conducta merece una sanción y también, él, como todos, necesita una oportunidad.

Vayamos por partes.

Primero, funciona -y eficientemente- el Programa de Prevención de Senderos Seguros. En cada uno de ellos, Seguridad Ciudadana, la Dirección de Tránsito y las Fuerzas de Seguridad resguardan especialmente a los estudiantes, padres y maestros, en un radio de cobertura que se sigue ampliando.

Ricardo Centurion - BMW - policia (2)
En ese marco fue interceptado Centurión, que sí, efectivamente cruzó dos semáforos en rojo y después se negó a hacer un test de alcoholemia. Por eso se le retuvo el vehículo y el registro, en un contexto en el que el jugador tuvo palabras poco felices al momento de la detención.

Parece parte de nuestra cultura la idea de que incumplir una norma vial no es una falta grave, o apenas un código de convivencia, uno de los tantos que cotidianamente se ignoran por desidia. Pero la mayor cantidad de homicidios culposos y lesiones culposas se producen en accidentes de tránsito.

Centurión se equivocó. Pero de su error, además de un castigo, tiene que emerger una oportunidad.

Por eso, lo invitamos a que tome un curso de seguridad vial en Lanús y que comparta esta experiencia con los chicos de nuestros colegios. Solo ese ejemplo, nos va ayudar a construir mayor conciencia y a enmendar de alguna manera positiva un error que por suerte no pasó a mayores.

Ojalá se de.

El autor es secretario de seguridad del Municipio de Lanús