Es preocupante el retroceso de la escuela pública

Es evidente la influencia que tiene el cumplimiento del calendario escolar, ya que los niños están siendo expulsados por escuelas públicas que nunca cumplen el calendario escolar

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Cada vez hay menos chicos en nuestras escuelas públicas. Hace ya varios años que los niños están abandonando la escuela primaria pública y se están inscribiendo en escuelas privadas. Este es un fenómeno nuevo en nuestra historia, ya que, desde la sanción de la ley 1420 en 1884 y hasta comienzos de este siglo, nunca disminuyó la cantidad de niños que van a las escuelas primarias estatales. Veamos las cifras que publica el Ministerio de Educación en sus anuarios estadísticos de las últimas décadas, que dicen lo siguiente:

-En el período 1996-2002 la cantidad de niños en escuelas estatales aumentó en 233 mil niños, mientras que la matrícula privada crecía apenas en 53 mil. Es decir, se expandió la escuela pública.

-En el período 2003-2015 la matrícula estatal se redujo un 11,5% con 433 mil alumnos menos en todo el país, primera vez en la historia que esto ocurrió. Al mismo tiempo, la matrícula privada creció un 27 por ciento.

-La caída en la matrícula estatal fue más pronunciada en el primer grado, año crítico para los padres que deben tomar la decisión sobre el tipo de escuela para sus hijos. En las escuelas estatales había, en el primer grado, en el año 2015, un 18% menos de alumnos que en el 2003. Lo contrario ocurría en el primer grado en escuelas privadas, cuya matrícula en ese grado inicial crecía nada menos que 26 por ciento.

Este retroceso en la matrícula primaria pública que, como se ve, se dio por primera vez en nuestra historia ocurrió durante 12 años, cuando el discurso oficial era siempre "estamos fortaleciendo la escuela pública".

Pero ¿por qué cada vez hay menos niños en las escuelas estatales? Es evidente la influencia que tiene el cumplimiento del calendario escolar, ya que los niños están siendo expulsados por escuelas públicas que nunca cumplen el calendario escolar y cierran sus puertas con mucha frecuencia. Tengamos presente que cuando, en el marco de un conflicto entre docentes y autoridades del gobierno, se cierran las escuelas estatales, las privadas casi siempre siguen abiertas.

Los padres pobres sufren mucho cuando sus niños no pueden ir a la escuela porque está cerrada, ya que son muchos los hogares humildes donde padre y madre deben trabajar para subsistir. Cuando se cierra una escuela pública y no se recuperan las clases, pero al mismo tiempo queda abierta la privada, profundizamos una desigualdad social que ya es muy alta en nuestro país.