Es muy grande la desigualdad en nuestras escuelas secundarias

La mayor desigualdad se evidencia cuando se comparan no solamente sistemas educativos sino también las provincias, aquí radica la máxima desigualdad

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Mientras en el siglo XIX Juan Bautista Alberdi decía: "Gobernar es poblar", en este siglo XXI gobernar es educar. El siglo XXI es el siglo del conocimiento, de la racionalidad científica y tecnológica, en suma, del saber que puede así contribuir a la mejora en las condiciones económicas y sociales en todo el planeta. Pero tengamos en cuenta que las naciones que avanzan y reducen la pobreza, mejorando al mismo tiempo la equidad en la distribución del ingreso, lo hacen siempre fortaleciendo la calidad y la inclusión de su sistema educativo. El principio básico de la justicia social es la vigencia de la igualdad de oportunidades para todos, más allá de las circunstancias de origen económico, social o de género. Como expresa Norberto Bobbio: "Lo igualitario parte de la convicción de que la mayor parte de las desigualdades son sociales y, por lo tanto, eliminables".

Por estas razones es preocupante observar las grandes diferencias educativas vigentes en nuestro país, que dependen básicamente del nivel socioeconómico de las familias. Por ejemplo, es muy grande la desigualdad en el nivel de conocimientos de los estudiantes secundarios. Esta desigualdad no sólo es evidente cuando se comparan la escuela estatal con la privada, sino también cuando se presta atención a la situación imperante en cada provincia. Los resultados ya conocidos de la prueba Aprender son un claro llamado atención, ya que el nivel de conocimientos de los estudiantes secundarios no solamente es muy bajo sino que, además, la desigualdad es muy grande. Este Operativo Aprender se llevó a cabo en octubre del 2016 y abarcó a 320 mil alumnos del último año secundario, en escuelas estatales y privadas. El nivel más bajo de conocimientos, en este caso, de matemática, se denomina "por debajo del básico", y en nuestro país está en esta categoría el 40,9% del total de los estudiantes secundarios del último año.

Pero, atención, hay una gran diferencia por tipo de escuela, ya que esta magnitud es del 49,2% en las escuelas secundarias estatales, mientras que en la escuelas privadas es alrededor de la mitad (25,7%). Pero la desigualdad en los conocimientos no se vincula únicamente con el tipo de escuela, que en muchos casos refleja diferencias socioeconómicas en las familias de los alumnos, sino también con la localización de las escuelas en alguna de nuestras 24 provincias. Por ejemplo, el promedio nacional de ignorancia en las escuelas secundarias estatales, como hemos visto, es de 49,2%, pero en el Chaco trepa al 62,7%, mientras que en las escuelas estatales de CABA disminuye al 30,3%, es decir, a la mitad. La mayor desigualdad se evidencia cuando se comparan no solamente sistemas educativos sino también las provincias, aquí radica la máxima desigualdad, que se encuentra comparando el nivel de escasos conocimientos en las escuelas estatales del Chaco (62,7%) con las escuelas privadas de CABA (14,4%); la desproporción es muy grande (más de cuatro veces).

La prueba Aprender 2016 es un fuerte llamado de atención para mejorar el nivel de conocimientos de los estudiantes secundarios y, al mismo tiempo, disminuir la gran desigualdad existente, no sólo por sistema educativo, sino también entre nuestras provincias. Debemos avanzar por el sendero del fortalecimiento de nuestra escuela secundaria para que la igualdad de oportunidades para los jóvenes no sea una aspiración incumplida. Sin una buena escuela para todos la justicia social no existe, pero habrá que comenzar por lo más simple y elemental: cumplir íntegramente el calendario escolar y no dejar la escuela estatal sin docentes en las aulas.