Cómo moverse en la ciudad: un desafío constante

Federico Saravia

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Según la Organización de Naciones Unidas (ONU), en el 2050 el 70% de la población mundial vivirá en megaciudades. El fenómeno metropolitano se consolidará con el correr de los años y quienes vivan en zonas urbanas y en sus alrededores tendrán la necesidad, hoy ya vigente, de trasladarse.

El transporte es uno de los aspectos más importantes en el desarrollo de una megaciudad, y se volverá aun más importante con el correr de los años y el crecimiento de las ciudades. Por un lado, posibilita el traslado, impulsa el comercio, fomenta el turismo y favorece que las zonas densamente pobladas se expandan hacia los suburbios; desafío central para mejorar la movilidad. Por otro lado, introduce mejoras en los estándares de calidad de vida de los ciudadanos acercándolos a su fuente de empleo, sus lugares de estudio, sus hospitales, sus establecimientos educativos o sus mercados.

Semejante desafío exige que el Estado, mediante políticas públicas efectivas, sea el gran organizador de la vida en comunidad. Que identifique como prioridad la necesidad de las personas de trasladarse para trabajar, estudiar o reunirse con amigos. En el caso de la Ciudad de Buenos Aires, exige un Estado que tenga en cuenta cómo los porteños se trasladan, y principalmente hacia dónde y desde dónde lo hacen. En definitiva, quienes transitan la Ciudad necesitan que la política pública piense al transporte como un verdadero sistema, para que todos los viajes y los destinos sean posibles.

Por la forma en que fue implementado, desentendido de la batería de medios de transporte existentes y el sistema de transporte en general, el metrobus ha beneficiado a algunas personas, pero no ha resuelto el problema de trasladarse. Según la última encuesta del Consejo Económico y Social de la Ciudad (Cesba) sobre movilidad pública, realizada en octubre de 2017, sólo el 17,3% de los porteños que utilizan el transporte público toma el metrobus y accede a su principal ventaja, esta es, la de agilizar el traslado y acortar los tiempos de viaje.

El metrobus fue la principal política de transporte de los últimos años, si bien el resultado de su desarrollo en distintos puntos de la Ciudad parece no brindar una solución estructural al problema de viajar: la misma encuesta evidencia que un porteño destina en promedio 72 minutos diarios para ir y volver del trabajo; lo que representa 13 días al año. Esto implica una reducción de tan sólo 4 minutos con respecto del estudio realizado por el Cesba en 2015.

Solucionar el problema de transporte demanda una planificación integral y estratégica, que ponga al ciudadano y sus necesidades en el centro de la escena. ¿Metrobus? Sí. ¿Y subte? También. ¿Y tren? Claro, también. Así lo piensan las principales ciudades del mundo, muchas de las cuales han resuelto el problema de trasladarse y hoy asumen nuevos desafíos, como la disminución de la polución de la mano de la reducción del uso del automóvil y las innovaciones tecnológicas.

Es preciso entonces que se extienda la actual red de subterráneos de la Ciudad de Buenos Aires. Es el medio que puede llegar a mejorar en forma sustancial el traslado, y los porteños lo saben: según la citada encuesta, el 62% considera que es el mejor medio, mientras que sólo el 13,6% prefiere al colectivo.

También es necesario entender cómo se trasladan las personas para, por ejemplo, repensar las rutas de las 137 líneas de colectivo que circulan por la Ciudad. Esta necesidad es evidente si consideramos que más de la mitad (56,25%) de los barrios de Buenos Aires no cuentan con estaciones de subte, que el 30% de dichos barrios tampoco cuenta con metrobus, y que hay cinco barrios que no gozan de la presencia de subte, metrobus o tren.

No podemos resignarnos ni conformarnos con lo que ya tenemos. Debemos exigir más: que se cumpla la ley 670 sobre la construcción de tres nuevas líneas de subte, que las estaciones sean accesibles y que dispongamos de un boleto único para que podamos combinar y viajar en más de un medio de transporte sin tener que volver a pagar.

En definitiva, exijamos poder trasladarnos más y mejor en la Ciudad.

El autor es docente de la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA.