Es hora de fortalecer la escuela argentina

El día 7 de noviembre se realizó en todo el país el Operativo Aprender 2017, que abarcó a 1,2 millones de alumnos y 31 mil escuelas primarias y secundarias. Los alumnos del último año primario fueron examinados en ciencias naturales y ciencias sociales, mientras que los alumnos del último año secundario fueron examinados en lengua y matemática. Los resultados serán publicados alrededor de abril del año próximo. En ese momento estaremos en condiciones de saber cómo está evolucionando el nivel de conocimientos de nuestros niños y adolescentes.

Los resultados del anterior Operativo Aprender, realizado el año pasado, recientemente conocidos, ilustran sobre la gravedad de la situación de nuestra educación. En los adolescentes que acudían al último año de las escuelas secundarias estatales la situación era grave, ya que nada menos que 11 provincias tuvieron entre 50% y 65% de su alumnado ubicado en el nivel mínimo de conocimientos. En Catamarca, Chaco, Formosa, Santiago del Estero, La Rioja, Corrientes, Tucumán, Misiones, Jujuy, Salta y Buenos Aires, más de la mitad de los adolescentes que egresaron del secundario en 2016 no alcanzó el nivel básico en matemática. Para el resto de las provincias la situación no fue mucho mejor, ya que todas ellas tuvieron más del 30% de alumnos en ese nivel de desconocimiento. En las escuelas secundarias privadas, los resultados fueron también desalentadores, ya que, en la mayoría de las provincias, el 25% de los alumnos se ubicó en dicho mínimo nivel de aprendizaje.

Son pocos los niños y los adolescentes que accedan a los niveles más altos de conocimiento en matemática, denominado como "avanzado" en Aprender. Aquí las desigualdades son bien evidentes, ya que en las escuelas estatales primarias fueron apenas 15 cada 100 niños, en tanto que en las escuelas privadas fue el doble. Además de presentarse una disparidad de conocimientos en todas las provincias entre los alumnos que concurren a instituciones estatales y aquellos que lo hacen en privadas, también se presenta una desigualdad entre las provincias, ya que la CABA, tanto en escuelas primarias como secundarias, y en ambos tipos de gestión, muestra un mejor desempeño respecto al resto del país.

También se evidencia una gran desigualdad según el nivel socioeconómico de los alumnos, ya que el 67% de los niños de sexto grado de escuelas privadas provenientes de hogares de nivel socioeconómico alto alcanzó el nivel más alto de conocimientos. Este nivel de conocimiento avanzado sólo fue alcanzado por el 20% de los niños provenientes de hogares de nivel socioeconómico bajo, que acudían a escuelas estatales, y por un 30% de aquellos provenientes de escuelas privadas.

En todas las provincias el porcentaje de quienes no adquieren conocimientos básicos en matemática es mayor en las escuelas estatales que en las privadas. Tengamos en cuenta que más del 70% de los alumnos que concurren a escuelas primarias y secundarias lo hacen en establecimientos de gestión estatal. Debemos propiciar un mejor porvenir para esos millones de niños, procurando que en el futuro estas evaluaciones no exhiban tan pobres resultados en el caso de alumnos que provienen de niveles socioeconómicos más vulnerables y acuden a escuelas estatales. Es hora de fortalecer nuestra escuela para que la igualdad de oportunidades sea algo más que un discurso, ya que, si no mejoramos nuestra escuela, estaremos condenando a muchos niños y adolescentes, sobre todo a los más pobres,  a sufrir el flagelo de la exclusión social.