De Cancillería al Ministerio de Producción: un paso atrás en relaciones internacionales

Es un hecho lamentable y un serio retroceso institucional que se haya decidido trasladar estas importantes tareas realizadas por nuestra cancillería, con personal profesionalmente capacitado, al Ministerio de Producción

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La globalización es el fenómeno clave para entender lo que está ocurriendo en el mundo en las últimas décadas. Desde 1980 hasta hoy el PBI mundial ha trepado casi diez veces, impulsado por un gran crecimiento de las exportaciones de bienes y servicios. Tengamos en cuenta que las exportaciones mundiales ya se ubican en 22 trillones de dólares, que representan casi el 30% del PBI mundial. Hacia 1980 estas exportaciones apenas representaban el 18% del PBI mundial; esto indica que el incremento anual en las exportaciones ha sido muy superior al aumento anual del PBI global.

Claro que no todos los países crecen al mismo ritmo, ya que las naciones en desarrollo vienen creciendo año a año mucho más que las antiguas naciones industrializadas. Este mayor incremento del PBI en las naciones en desarrollo viene siendo impulsado, en este siglo XXI, por un sostenido crecimiento anual de las exportaciones de bienes y servicios, que se ubica en casi 6% anual, cifra muy superior al aumento de las exportaciones de los países avanzados que apenas se ubica en 1,6 anual.

Estos hechos son relevantes para entender lo que está ocurriendo en el mundo, en el cual prosperan aquellas naciones capaces de insertarse exitosamente en la arena internacional. Las naciones en desarrollo que hoy avanzan económicamente y así pueden abatir la pobreza potencian su crecimiento con la inserción en los mercados internacionales con activas políticas que apuntan al incremento y la diversificación de sus exportaciones, apertura y presencia en nuevos mercados.

Enfrentar este gran desafío de la globalización del comercio exterior exige fortalecer las instituciones públicas dedicadas a la promoción en el exterior de nuestras exportaciones de bienes y servicios. Nuestra cancillería es el organismo más adecuado para asumir esta gran responsabilidad, como se resolvió sensatamente a inicios de la década del noventa. Desde entonces se pudo profesionalizar la capacitación del personal diplomático que asumía estas responsabilidades. Tengamos presente que nuestra cancillería es el único organismo público, fuera de defensa y seguridad, que selecciona y capacita al personal que opta por esta importante carrera.

Es un hecho lamentable y un serio retroceso institucional que se haya decidido trasladar estas importantes tareas realizadas por nuestra cancillería, que administra 150 representaciones en el exterior, con personal profesionalmente capacitado, al Ministerio de Producción. Quienes tienen experiencia en el mundo económico internacional saben que nuestras representaciones diplomáticas en el exterior deben ser el punto focal de todas las actividades donde nuestro país desea estar presente. Lamentablemente, ahora no se entendió esto y se ha dado un grave paso atrás.