Lateralidad cruzada de la disidencia cubana

¿Por qué debería avergonzarse un activista contra el comunismo si le dicen que recibe sostén, financiación, ayuda o subvenciones del exterior o del interior, o de donde sea que fuere?

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Los disidentes, opositores activistas políticos contra el sistema socialista de partido único y de dictadura del proletariado que se estableció en Cuba hace más de medio siglo, naturalmente desean una sociedad diferente. A veces lo opuesto diametralmente, en ocasiones algo que sólo difiera en aspectos. En fin, el espectro es grande y todos deberían tener derecho a fundar, alinearse o simpatizar con su propio partido en una sociedad libre, y no sentirse conminados a pensar y actuar de manera monolítica como se les reclama desde la crítica "libre" pero contaminada, cuando no instrumentalizada, por la seguridad del Estado cubano.

Habida cuenta de esto, ¿por qué debería avergonzarse un activista contra el comunismo si le dicen que recibe sostén, financiación, ayuda o subvenciones del exterior o del interior o de donde sea que fuere?

En primer lugar, cada opción política debería ser vista por el Estado en forma idéntica atendiendo a las proporciones; un partido votado por cinco millones de votantes debe tener una cuota acorde con su tamaño, proporcional a uno votado por un millón. En Cuba no sólo no se cumple, sino que el Partido Comunista de Cuba (PCC) recibe el dinero entero del Estado al ser el partido único, de un Estado que recibe miles de millones en subvenciones, prebendas, ayudas, financiación, desde el año 1960, de economías extranjeras. ¿Por qué debería la oposición, además de ser encarcelada, prohibida, perseguida, estar condenada a contrarrestar la propaganda y los recursos del aparato estatal con la más absoluta de las austeridades?

¿Viven del aire los generales, los coroneles, los tenientes, los mayores del Ministerio del Interior de la República de Cuba (Minint), por su desempeño ideológico, los dirigentes del PCC, el Comité Central, el Buró Político, el Consejo de Estado, la Policía nacional, no cobran los militares? Cobran en sueldos, en especies, en automóviles, en facilidades para casas en un país con problemas de vivienda acuciantes, y sobre todo en una cuota de poder implacable.

Y en segundo término, precisamente la oposición al sistema de reparto equitativo puede y debe permitirse recoger en su identidad la aceptación del significado y el significante del dinero, del progreso económico, de la igualdad de oportunidades sí, pero admitiendo que luego hay diferencias de necesidades y de talentos, de deseos de crecimiento, de aportes desde el emprendimiento privado, y no debe avergonzarse cuando desde los diferentes sucedáneos de la seguridad del Estado se repita como un mantra que no tienen autoridad moral para expresarse porque los sostienen económicamente. Como si en Cuba se pudiese mantener por su cuenta una organización disidente, como si el Estado les proporcionase los mismos fondos que al PCC o, lo que es más imperativo, como si los mismos opositores hubiesen sido tan instrumentalizados durante muchos años, desde que eran pioneros en la escuela, que de alguna manera terminó penetrándoles la culpa de desear el confort, la calidad de vida, el desarrollo, el despliegue de potencial y energía individual por su correspondiente retribución y debiesen ocultarlo, avergonzarse de ello. De alguna manera les han inculcado el deber de sentir la culpa de no sentirse como si fuesen militantes revolucionarios abocados a alcanzar el comunismo en un país capitalista.

Pues no.