Sobre los Derechos Humanos

Martín Balza

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El 4 de diciembre de 1951 la Asamblea General de las Naciones Unidas designó el 10 de diciembre como el Día de los Derechos Humanos. Ese día, en 1948, se había firmado la Declaración Universal de los Derechos Humanos que, respetando su esencia, supera la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, votada por la Asamblea General francesa en 1879.

El origen de su concepción humanista puede remontarse a la filosofía antigua y la ética derivada de las leyes mosaicas. En la antigua Grecia, Sófocles (496-406 a.C. ) en Antígona invocaba "las leyes no escritas e inmutables del cielo"; en Roma, son recogidas por el derecho con el importante aporte de Marco Tulio Cicerón (106-43 a.C.) , que dio forma definitiva y clásica a la doctrina del derecho natural que había sido desarrollada por los estoicos. En la concepción originaria del cristianismo y la doctrina católica, con la venida de Nuestro Señor Jesucristo, y su palabra redentora del amor, el hombre es considerado centro de la obra creadora de Dios. El Nuevo Testamento resume el reconocimiento de una ley divina y una ley natural, que rige los destinos de las personas. Después de varias etapas, el constitucionalismo en los siglos XVIII y XIX otorgó a los derechos humanos un valor orgánico y su internacionalización se da en el siglo XX con solemnes declaraciones, tratados, y la creación de organismos y tribunales supranacionales dedicados a velar principalmente por el derecho a la vida, el derecho a la libertad y el derecho al trabajo. Los demás derechos son una derivación de éstos.

La Declaración de las Naciones Unidas enfatiza que "todos los hombres nacen libres e iguales en dignidad y derechos". Las concepciones iusnaturalistas (del derecho natural) acompañaron el desarrollo de este humanismo contemporáneo, tal es el caso, por ejemplo, del filósofo tomista Jacques Maritain (1882-1913 d.C.), quien le dio un gran impulso y contribución, y expresó: "El único conocimiento práctico que todos los hombres tienen natural e infaliblemente en común es que es preciso hacer el bien y evitar el mal. Este es el preámbulo y el principio de la ley natural; pero no es la ley misma. La ley natural es el conjunto de cosas que deben hacerse y no hacerse, que surgen de una manera necesaria del solo hecho de que el hombre es hombre, en ausencia de toda otra consideración."

En tal sentido, los derechos humanos son los valores fundamentales que posee la persona humana en todo momento y lugar, y que le permiten vivir en condiciones de libertad, dignidad e igualdad. Son anteriores y superiores al Estado, el cual no los otorga, sino que los reconoce, y por lo tanto, es el principal obligado a respetarlos y garantizarlos. Por eso se dice -entre otros aspectos- que son universales, integrales, irrenunciables, imprescriptibles e inviolables.

Por su naturaleza, se les da el rango de normas " ius cogens", o sea, normas universalmente imperativas que no admiten convención o estipulación en contrario. Por eso, la Convención de Viena (1969) sobre el Derecho de los Tratados, signado y ratificado por nuestro país, exime a estas normas del principio de reciprocidad, es decir, que si una parte las viola, ello no autoriza a otras partes a violarlas. Los sujetos o titulares de estos derechos son la persona humana, los grupos sociales y los pueblos.

Constituyen violaciones a los derechos humanos las acciones u omisiones que afectan los derechos fundamentales de las personas, cuando -principalmente- tienen por autores a servidores públicos o se realizan mediante las órdenes o la aquiescencia de las autoridades. Finalmente, cabe mencionar que la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 explicita también que "toda persona tiene deberes respecto de la comunidad, puesto que solo en ella puede desarrollar libre y plenamente su personalidad".

No es un dato menor mencionar que las Naciones Unidas han calificado al 2016 como un año desastroso para los derechos humanos en todo el mundo. Asì lo advirtió recientemente el Alto Comisionado para los Derechos Humanos de la citada Organización, Zeid Ra'ad Al Husein, como consecuencia del impacto del extremismo, los conflictos bélicos, el cambio climático y las desigualdades socioeconómicas.

El autor es Teniente General (RE), jefe del Estado Mayor del Ejército Argentino de 1992 a 1999. Veterano de Malvinas. Fue embajador en Colombia y en Costa Rica