La doble estrategia del PRO para las elecciones 2017

El oficialista Cambiemos necesita un triunfo electoral contundente el próximo año en la provincia de Buenos Aires, un territorio históricamente peronista que supo dar una verdadera sorpresa el año pasado, al encumbrar a María Eugenia Vidal a la gobernación

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El oficialista Cambiemos necesita un triunfo electoral contundente el próximo año en la provincia de Buenos Aires, un territorio históricamente peronista que supo dar una verdadera sorpresa el año pasado, al encumbrar a María Eugenia Vidal a la gobernación.

¿Aquello habrá sido una excepción o el escenario político y social ha mutado de tal manera que el peronismo ya no garantiza territorialidad?

En primer término, es necesario partir de la base de que el desempeño del Gobierno nacional y provincial en el mayor distrito del país, que representa casi el 40% del electorado nacional, dependerá, exclusivamente, de la situación económica. Ni los oficialistas ni la oposición dudan de que los comicios del próximo año serán una evaluación de la gestión de Mauricio Macri. Si la sociedad percibe mejoras y una tendencia al crecimiento, lo acompañará. De lo contrario, al Presidente le costará mucho imponerse o bien el electorado le infligirá una derrota si la inflación, el empleo y el poder adquisitivo bajan en caída libre.

Un dato llama la atención. Ni el peronista más antimacrista —más allá del fanatismo de los camporistas— considera al 2017 un escenario de crisis económica. Por el contrario, se aferran a una situación de leve crecimiento que no alcanza para revertir el mal humor de la gente que durante 2016 sufrió el ajuste y la recesión.

Ya en términos políticos, sin un candidato a senador o diputado nacional que por sí mismo les asegure un triunfo al macrismo y a sus socios radicales y de la Coalición Cívica, cobran protagonismo la figura de Vidal y del propio Mauricio Macri.

"Sabemos que las elecciones van a ser un apoyo o un llamado de atención a la gestión de Mauricio. Por eso, el Presidente va a bajar junto a Vidal al Conurbano bonaerense y a toda la provincia", destaca una voz autorizada en el oficialismo.

La Casa Rosada sabe que la imagen presidencial ha caído en el Conurbano bonaerense, que representa nada menos que cerca de un 70% de la provincia. Allí está la llave de un triunfo o de una derrota. Ante ello, analiza una estrategia doble, dependiente también de quiénes sean los rivales del Partido Justicialista-kirchnerismo y por el massismo.

Por un lado, Macri y Vidal sostendrán las candidaturas de Jorge Macri, Elisa Carrió, Esteban Bullrich y probablemente Carolina Stanley. Los operadores oficialistas creen que el apoyo del Presidente y de la gobernadora son trasladables a sus candidatos, algo que es cuestionado por los estrategas de la oposición, que consideran que no es así y por eso el oficialismo rondará los 30 puntos, no más.

Pero el otro costado es el más polémico y, a la vez, el que puede llevar agua para el molino de Cambiemos. Carrió se prepara para encarnar la batalla de las denuncias en la que ya empezó a involucrar a ex intendentes peronistas y a jefes comunales actuales. "Como históricamente nadie se atrevió a denunciar a los barones del Conurbano, que fueron apañados por los Gobiernos provinciales y nacionales, le está lloviendo denuncias contra todos y las vamos a utilizar", dicen en la Coalición Cívica.

En los últimos días, fue imputado el actual intendente de Florencio Varela, Julio Pereyra, por enriquecimiento ilícito y malversación de fondos públicos, en una denuncia originada por Carrió. La diputada nacional también amplió una denuncia contra el ex intendente de Quilmes, Sergio Villordo, y contra el empresario Carlos Tomeo, ambos hombres que Carrió identifica con Aníbal Fernández.

¿Quién seguirá en la lista? Seguramente —dicen— Fernando Espinoza, ex intendente de La Matanza y Alberto Descalzo (Ituzaingó) no estarán ausentes en ese raid denunciante. El interrogante es si esa estrategia de denuncia, que también podría profundizarse contra Daniel Scioli y Sergio Massa, ambos dirigentes que Carrió viene acusando por distintos supuestos delitos como lavado de dinero o vínculos con el narcotráfico, podría afectar electoralmente al peronismo y al Frente Renovador.

La fase constructiva de la estrategia electoral de Cambiemos hará foco en la obra pública como factor de gestión y empleo en la provincia. La fase destructiva mantendrá en la memoria colectiva a Aníbal Fernández, Daniel Scioli, más algún intendente sospechado por corrupción.