El Bicentenario y la degradación genética

Baby Etchecopar

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En primer lugar, nuevo gobierno, nueva gente, "Cambiemos", y se empezaron a notar los cambios. Justo en el primer semestre, cuando quedaban las ultimas bolsas de residuos del trabajo sucio terminado, me levanté con ganas de por alguna vez en la vida sentirme un ciudadano de primera. y ya se vislumbrabra el cambio. Ahora son dos escarapelas a cambio de la vieja y remanida cintita celeste y blanca.

Lejos están los días del bicentenario kirchnerista conmemorando los 200 años de su gobierno y la refundación de la nación en manos de estos dos estadistas que dejaron su vida y su libertad por este país. Recuerdo el abrazo de Néstor y Cristina, que quedó grabado en los afiches superando holgadamente el renunciamiento histórico entre Perón y Evita, acompañado por los cantantes del momento, todas las figuras de la cultura que apoyaron el modelo y los infaltables militantes, con tanto fervor que cuando volvieron a sus provincias se olvidaron a uno con una silla de ruedas que lo pudo aprovechar la centro-derecha como rehén en el combate que se mandaron en la puerta del Cabildo.

Granaderos, Blandengues, Patricios, ingleses y todo aquel que quisiera prenderse en este nuevo festejo, que lejos del autoreferente bicentenario kirchnerista en el que San Martín, Belgrano y otros quedaron a la altura de un poroto al lado de los próceres nuevos paridos por el frente nacional y popular.

Pero este Bicentenario fue distinto, parecía una hoja del compendio bonaerense, tan naif que los soldados heridos o muertos en la puerta del Cabildo se levantaban y volvían a la lucha porque eran pocos. Mientras, todas las bandas juntas entonaban -cada una por su lado como de costumbre- estrofas de canciones patrias. A esta cita, en un gesto político, faltó la banda de los Kirchner, quienes se disculparon por estar con algunos problemitas.

Pero igual la gesta está, un poco más fría por el precio del gas, ¿no? Y terminó más temprano por el costo de la luz, ¿vio? Y se tiraron pocos tiros porque en cambio de pólvora se trajo efedrina, pero igual fue una fiesta, es como la propaganda esa, ¿vio? Que entre todos hacemos una empanada pero no la podemos freír porque me vinieron 4.800 pesos.

Igual gracias a estos tipos de Tucumán fuimos independientes y digo fuimos porque hoy dependemos de los jueces, de los fiscales, de "Lilita" Carrió, de Graciela Ocaña, de Margarita Stolbizer y de cuanto ciudadano honesto se anime a hacerle frente a ese enemigo que fue y es más dañino que los españoles y los ingleses juntos, que son los corruptos que se empoderaron de la patria y la bandera -y dicho sea de paso, del ANSES y de la AFA y la Casa de la Moneda.

Por eso no supe si festejar el 9 de julio cuando terminé mi día con un degradado triunvirato, bochornoso e impresentable, que entre churros y bolas de fraile sueñan con que el país explote para que ellos puedan volver a empoderarse y así dentro de un par de meses tomar la 9 de julio, rescatar al de la silla de ruedas, cargar los ómnibus con gente hambreada a cambio de una bolsa de comida y, mientras los van bajando, indicarles para donde tienen que aplaudir y festejar el movimiento de cadera de la abogada exitosa. Perdón, me olvidé mencionar que el triunvirato degradado al que me refiero es el conformado por Moreno, Hebe y Maradona. Recordando el 9 de julio en Tucumán a las claras entenderán el título de esta nota.