¿No pitar un penalti o dejar de pitar un penalti?, aprende cuál es la forma correcta

La forma en la que una persona escribe puede decir mucho de su personalidad y preparación

Guardar
El fútbol es un deporte que apasiona, pero también hay que aprender a dominar su lenguaje. (EFE/Raúl Caro)
El fútbol es un deporte que apasiona, pero también hay que aprender a dominar su lenguaje. (EFE/Raúl Caro)

En un mundo regido por la inmediatez parecería que la ortografía ha dejado de tener relevancia, sin embargo, el escribir textos con coherencia y sin erratas siempre traerá beneficios en todos los ámbitos.

En lo laboral, el escribir de forma correcta deja ver a los demás las habilidades y conocimientos que una persona posee; además, ayuda a construir una imagen óptima a través de la cual puedes parecer más serio y confiable. El tener errores de ortografía y sintaxis pueden, por el contrario, dar un pensamiento negativo que te haría parecer descuidado o poco preparado.

Por otro lado, el tener la capacidad de hacer un texto bien escrito habla también de la personalidad, al mostrar interés por siempre construir un buen puente de comunicación con los interlocutores.

Aunque escribir bien no es una tarea sencilla, requiere de mucha práctica y de conocer las estructuras de la lengua, por lo que leer puede ser un gran apoyo para la riqueza del léxico.

En este sentido, la Real Academia Española (RAE) se ha convertido en la institución más relevante para la regularización lingüística, a través de la promulgación de normas para fomentar la unidad idiomática del mundo hispanohablante.

La Fundación del Español Urgente (Fundéu), una institución sin ánimo de lucro que tiene como objetivo el impulsar el buen uso del español en los medios de comunicación, se ha aliado con la RAE y emite en su página web y de manera constante diversos tips para que los ciudadanos puedan resolver sus dudas sobre cómo se escribe correctamente cierta palabra, cómo se usa una expresión o tips de temáticas varias.

Uso correcto

Para indicar que no se ha realizado algo, no es adecuado emplear dejar de con verbos que expresan acciones puntuales , como en dejar de pitar un penalti .

Sin embargo y sobre todo en noticias del mundo del deporte, es posible encontrar frases como las siguientes: «Martínez dejó de pitar un claro penalti sobre el futbolista», «Ese colegiado fue el triste protagonista cuando dejó de señalar un penalti escandaloso» o «Dejó de pitar un penalti clarísimo sobre Ramírez».

Tal y como señala la Nueva gramática de la lengua española , dejar de + infinitivo significa ‘cesar, interrumpir una situación’ , como en «Los que dejaron de fumar antes de los 45 años redujeron el riesgo de muerte notablemente». En esta oración se habla de aquellos que han abandonado la acción de fumar, que ya no fuman.

Este uso es inadecuado en los ejemplos iniciales porque los verbos empleados expresan en estos casos una acción puntual y no continua . Dado que dejar de + infinitivo tiene el significado de ‘interrumpir una acción’, no se puede entender que se interrumpa el transcurso de la acción de pitar y de señalar , pero sí el de fumar o correr , por ejemplo. Así, Dejó de caminar por la playa es adecuado porque caminar por la playa es una actividad que tiene duración (y, por tanto, se puede interrumpir), mientras que Dejó de alcanzar la meta no lo es porque alcanzar la meta designa algo puntual.

Por ello y puesto que tan solo se quiere aludir a que una acción puntual no se ha realizado, lo conveniente es eliminar dejar de y negar el otro verbo , o acompañarlo también de expresiones como deliberadamente , a propósito , etc., si lo que se quiere es enfatizar que tal omisión se lleva a cabo de forma intencionada .

Así pues, en los ejemplos imprecisos habría sido preferible escribir «Martínez no pitó un claro penalti sobre el futbolista», «Ese colegiado fue el triste protagonista cuando no señaló deliberadamente un penalti escandaloso» y «No pitó a propósito un penalti clarísimo sobre Ramírez».

¿Cuál es la función de la RAE?

La RAE vela por el idioma español. (RAE)
La RAE vela por el idioma español. (RAE)

Fundada en Madrid en 1713 por iniciativa del octavo marqués de Villena, Juan Manuel Fernández Pacheco y Zúñiga, la RAE es la institución que busca preservar el buen uso y la unidad de una lengua en permanente evolución y expansión.

Sus más recientes estatutos (actualizados en 1993), establecen que la función principal de la Real Academia es “velar por que la lengua española, en su continua adaptación a las necesidades de los hablantes, no quiebre su esencial unidad”.

Este compromiso se ha plasmado en la denominada política lingüística panhispánica, compartida con las otras 22 corporaciones que forman parte de la Asociación de Academias de la Lengua Española (ASALE), creada en México en 1951.

Actualmente, la institución está constituida por 46 académicos, entre ellos el director y los demás cargos de la Junta de Gobierno, elegidos para mandatos temporales.

Una de las críticas que se le han hecho a la RAE es su negativa a reconocer palabras o expresiones que han surgido entre las generaciones más jóvenes, sobre todo a raíz de la aparición de las redes sociales. Una de las polémicas más recientes es el reconocimiento del lenguaje inclusivo.

Sin embargo, en el 2020 optó por lanzar el Observatorio de Palabras, un repositorio digital que ofrece información sobre palabras o acepciones de palabras y expresiones que no aparecen en el Diccionario de la Lengua Española (DLE), pero que han generado dudas en cuanto a su uso, tales como neologismos, extranjerismos, tecnicismos, regionalismos, entre otros.

La información contenida en el Observatorio es provisional al no estar contemplada en las obras académicas, por lo que puede verse modificada y cambiar con el paso del tiempo, pero ello no implica que se acepte su uso.

Guardar