En la última jornada el dólar estadounidense se negoció al cierre a 1 balboa en promedio, lo cual implicó una variación imperceptible comparado con los 1 balboa en promedio de la jornada previa.
Con respecto a los últimos siete días, el dólar estadounidense anota un ascenso del 2,43%, de manera que en términos interanuales mantiene aún un ascenso del 2,91%.
En relación a jornadas anteriores, sumó dos sesiones consecutivas sin una tendencia positiva ni negativa. La volatilidad de los últimos siete días fue de 13,58%, que es una cifra notoriamente inferior al dato de volatilidad anual (21,25%), así que está teniendo un comportamiento más estable de lo que indica la tendencia general en fechas recientes.
Balboa panameña
En Panamá, la moneda de curso legal se llama balboa y se usan las siglas PAB; está dividido en 100 centésimos y lo que la caracteriza es que no se trata de una moneda independiente, sino una versión local del dólar estadounidense.
El gobierno panameño emite sus propias monedas en centésimos y balboas equivalentes a dólares aunque dichas monedas no son de curso legal en Estados Unidos . No es el único caso, pues el dólar tuvaluano y kiribatiano guardan la misma relación con el dólar australiano.
Esta vinculación con el dólar estadounidense se dio en 1904 luego de la Convención Nacional de Panamá. Más tarde, en el 2010, entró en circulación la moneda de un balboa, del cual se emitieron 40 millones de unidades.
La recepción de esta moneda fue negativa y los panameños denunciaron un uso forzoso de ésta en detrimento del billete estadounidense, por lo que la divisa fue llamada "Martinelli", en referencia al presidente panameño Ricardo Martinelli, quien la impulsó.
También se intentó imprimir monedas de dos y cinco balboas, pero el proyecto fue cancelado posteriormente.Actualmente existen en circulación monedas de uno y cinco centésimos; un décimo, un cuarto y un medio de balboa, así como el un balboa.
El último pronóstico que hizo la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) a finales del año pasado, para el 2023 se espera un retroceso o un agotamiento del efecto rebote en la recuperación.
Para este año se espera sólo un crecimiento para la región de 1,3%, como resultado de políticas monetarias restrictivas, mayores limitaciones en el gasto fiscal, menores niveles en el consumo e inversión, la poca capacidad para contener la inflación y más.
Según las previsiones de la Cepal, México tendría un crecimiento de 1,1% para el 2023.
Estos serán los crecimientos estimados para estas naciones de América del Sur en el 2023: Argentina (1%), Bolivia (3%), Brasil (1%); Chile (-0,9); Colombia (1,9%); Ecuador (2%); Paraguay (4%); Perú (2.2%); Uruguay (3%); Venezuela (5%).
Para el área de América Central se tiene: Costa Rica (2,8%), Cuba (1,8%); El Salvador (1,9%); Guatemala (3,3%); Haití (0%); Honduras (3,3%); Nicaragua (2,1%); Panamá (4,2%); y República Dominicana (4,7%).
Finalmente, la región del Caribe, se prevén los siguientes crecimientos: Antigua y Barbuda (7,8%); Bahamas (4,1%); Barbados (3,5%); Belice (2,0); Dominica (3,5%); Granada (3,6%); Jamaica (3%); San Vicente y las Granadinas (3,7%); Santa Lucía (5,9%); Suriname (2,4%); Trinidad y Tobago (2%).