Tip de la RAE: «fitosanitario» y «zoosanitario», sin espacio ni guion

Aunque escribir bien no es una tarea sencilla, requiere de práctica y de conocer las estructuras de la lengua

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En un mundo regido por la inmediatez parecería que la ortografía ha dejado de tener importancia, sin embargo, el escribir textos con coherencia y sin erratas siempre traerá beneficios en todos los ámbitos.

En lo laboral, el escribir de forma correcta deja ver a los demás las habilidades y conocimientos que una persona posee; además, ayuda a construir una imagen óptima a través de la cual puedes parecer más serio y confiable. El tener errores de ortografía y sintaxis pueden, por el contrario, dar un pensamiento negativo que te haría parecer descuidado o poco preparado.

Por otro lado, el tener la capacidad de hacer un texto bien redactado habla también de la personalidad, al mostrar interés por siempre construir un buen puente de comunicación con los interlocutores.

Aunque escribir bien no es una tarea sencilla, requiere de mucha práctica y de conocer las estructuras de la lengua, por lo que leer puede ser un gran apoyo para la riqueza del léxico.

En este sentido, la Real Academia Española (RAE) se ha convertido en la institución más relevante para la regularización lingüística, a través de la promulgación de normas para fomentar la unidad idiomática del mundo hispanohablante.

La Fundación del Español Urgente (Fundéu), en fusión con la RAE, emite en su página web y de manera constante diversos tips con el objetivo de velar por el buen uso del idioma español.

Usos y ejemplos

Las voces fitosanitario y zoosanitario se escriben sin espacio ni guion, por lo que son inadecuadas variantes como fito-sanitario y zoo-sanitario, con guion, o fito sanitario y zoo sanitario, con espacio.

En los medios, sin embargo, no es infrecuente ver escrituras impropias, como en «El precio de producción del control fito sanitario se incrementa en un 20 %», «En el caso de mascotas, podrán ingresar con un certificado zoo-sanitario» o «Tiene como objetivo salvaguardar la seguridad en los sistemas fito y zoo sanitario del país».

Según el diccionario académico, fitosanitario se aplica a lo ‘perteneciente o relativo a la prevención y curación de las enfermedades de las plantas’. Con el reemplazo de fito-, que significa ‘planta’, por zoo-, que significa ‘animal’, se obtiene zoosanitario, que alude a las condiciones veterinarias, higiénicas, etc., de los animales domésticos. Dado que estos dos últimos elementos compositivos funcionan como prefijos, lo adecuado es que vayan unidos, sin espacio ni guion.

En determinados contextos, se tratan conjuntamente las condiciones de los animales y las plantas, en cuyo caso la grafía adecuada es fitozoosanitario o zoofitosanitario, también sin espacios ni guion. Si, por el contrario, se mencionan las dos disciplinas de modo separado y coordinadas por la conjunción y, lo más adecuado es fito- y zoosanitario o bien zoo- y fitosanitario, es decir, acortando la primera de las palabras con un guion al final. En cualquier caso, no son apropiadas variantes como fito-zoo-sanitario, fito-zoo sanitario o fito zoo sanitario.

Así, en los ejemplos anteriores, lo adecuado habría sido escribir «El precio de producción del control fitosanitario se incrementa en un 20 %», «En el caso de mascotas, podrán ingresar con un certificado zoo-sanitario» y «Tiene como objetivo salvaguardar la seguridad en los sistemas fito- y zoosanitario del país» (aunque esta última, si fuera un único sistema, podría ser «el sistema fitozoosanitario»).

¿Cuál es la función de la RAE?

La Real Academia Española nos señala los casos en lo que deben usarse los signos de exclamación e interrogación (RAE)
La Real Academia Española nos señala los casos en lo que deben usarse los signos de exclamación e interrogación (RAE)

Fundada en Madrid en 1713 por iniciativa del octavo marqués de Villena, Juan Manuel Fernández Pacheco y Zúñiga, la RAE es la institución que busca preservar el buen uso y la unidad de una lengua en permanente evolución y expansión.

Sus más recientes estatutos (actualizados en 1993), establecen que la función principal de la Real Academia es “velar por que la lengua española, en su continua adaptación a las necesidades de los hablantes, no quiebre su esencial unidad”.

Este compromiso se ha plasmado en la denominada política lingüística panhispánica, compartida con las otras 22 corporaciones que forman parte de la Asociación de Academias de la Lengua Española (ASALE), creada en México en 1951.

Actualmente, la institución está constituida por 46 académicos, entre ellos el director y los demás cargos de la Junta de Gobierno, elegidos para mandatos temporales.

Una de las críticas que se le han hecho a la RAE es su negativa a reconocer palabras o expresiones que han surgido entre las generaciones más jóvenes, sobre todo a raíz de la aparición de las redes sociales. Una de las polémicas más recientes es el reconocimiento del lenguaje inclusivo.

Sin embargo, en el 2020 optó por lanzar el Observatorio de Palabras, un repositorio digital que ofrece información sobre palabras o acepciones de palabras y expresiones que no aparecen en el Diccionario de la Lengua Española (DLE), pero que han generado dudas en cuanto a su uso, tales como neologismos, extranjerismos, tecnicismos, regionalismos, entre otros.

La información contenida en el Observatorio es provisional al no estar contemplada en las obras académicas, por lo que puede verse modificada y cambiar con el paso del tiempo, pero ello no implica que se acepte su uso.

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