Con temor a una explosión violenta, así es la vida de quienes viven cerca del volcán Popocatépetl

El incremento en la actividad volcánica ha orillado a las autoridades a aumentar la alerta a amarillo fase 3

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Miguel Ángel Atenco intenta seguir su vida normal vendiendo tacos, aunque ahora tiene que limpiar y barrer la ceniza del volcán Popocatépetl, en medio del temor a una explosión violenta del coloso del centro de México. (AFP)

Desde el pasado viernes 19 de mayo “Don Goyo”, como se le conoce coloquialmente al volcán Popocatépetl, incrementó su actividad con explosiones moderadas que llevaron a la superficie material incandescente y cubrieron el cielo con vapor de agua y ceniza.

Mientras, la gente que vive en un perímetro cercano al “Goyo“, ubicado en el territorio liminal entre Morelos, Puebla y Estado de México, vive con el temor de una explosión violenta que podría tener graves consecuencias como pérdidas materiales y humanas.

El incremento en la actividad volcánica provocó que decenas de vuelos fueran cancelados en la Ciudad de México durante el pasado fin de semana, pues las autoridades catalogaron la actividad con un nivel de alerta “amarilla fase 3″, un nivel previo a la máxima alerta roja. En tanto la fase amarilla se mantenga, los habitantes pueden continuar en sus hogares pero respetando el radio límite de 12 kilómetros, según lo indicó la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana.

Residentes de la zona y militares diariamente barren las cenizas bajo un ambiente de incertidumbre. Como Miguel Ángel Atenco, quien se gana la vida vendiendo tacos, compartió que con las restricciones de no venta de alimentos al aire libre, su ingreso económico se ve afectado, “a diario esto, hay que estar limpiando, lavando, a diario, quitando la ceniza”, relata el hombre sobre cómo la actividad ha modificado sus actividades cotidianas.

El gobernador de Puebla, Sergio Salomón Céspedes, informó que está analizando la posibilidad de levantar las restricciones debido al decremento de ceniza.

Un voluntario en la iglesia local, Raymundo Mena intenta continuar con su rutina e informó que durante el fin de semana, cuando incrementó la actividad volcánica, muchos habitantes evacuaron la zona: “¡Pues, qué esperaban! ¡Si el sábado y domingo, por Dios, hasta temblaban las láminas!”, expresó haciendo referencia a las casas.

De esta manera, los residentes de la zona continúan pendientes de los comunicados gubernamentales que dan seguimiento a la actividad del Popocatépetl para tomar las mejores decisiones de Protección Civil.

Con información de AFP.