Cultura organizacional: entorno de confianza y fidelización de talento en el comercio exterior

Carlos Alustiza, CEO de una reconocida empresa con presencia global especialista en clima y cultura organizacional, detalla cuáles son y cómo se construyen los pilares de una empresa sólida

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Carlos Alustiza es CEO de
Carlos Alustiza es CEO de una reconocida empresa con presencia global especialista en clima y cultura organizacional (Foto: Movant Connection)

Construir una cultura sólida es clave para el éxito de cualquier empresa. “Cuando hay confianza entre el colaborador y su líder, entre los equipos y en la organización en su conjunto, la experiencia laboral mejora”, destaca Carlos, subrayando la importancia de generar entornos basados en la transparencia y el respeto.

¿Cuáles son los elementos clave para construir un entorno laboral positivo?

La credibilidad del liderazgo es fundamental, basada en la comunicación y la transparencia. Luego, el respeto es clave: respeto por las contribuciones individuales y colectivas dentro de la organización.

Otro elemento importante es la equidad: recibir y percibir un trato justo. Además, la camaradería es esencial. Hablamos de un ambiente donde haya trabajo en equipo y una red de apoyo. Por último, el orgullo: orgullo por los logros individuales, los colectivos y por la organización en sí misma.

Estos cinco pilares solo pueden funcionar en un entorno de confianza. Si los colaboradores confían en su líder, en sus pares y en la organización, se genera un espacio propicio para dar lo mejor de sí. Y este tipo de culturas impactan positivamente en los resultados del negocio.

Mencionaste el rol del líder. ¿Qué tan determinante es su papel en la cultura organizacional?

El liderazgo es clave. La cultura se construye a través de la experiencia, y son quienes lideran los equipos quienes la definen. Una gestión eficaz fomenta un entorno de confianza, lo que impacta directamente en la performance de la organización.

Cuando hablamos de retención de talento, la relación con los responsables directos es fundamental. Hay estudios que indican que hasta un 70% de la experiencia de un colaborador en su trabajo está determinada por esta relación. Durante la pandemia, el rol de quienes lideran equipos se expandió más allá de los objetivos laborales, convirtiéndose en figuras de apoyo integral. Hoy, las organizaciones deben dotar a sus referentes de herramientas para construir y sostener culturas basadas en la confianza.

En un contexto de cambios rápidos, ¿qué estrategias deben adoptar las empresas para mantenerse competitivas y cuidar su cultura?

En tiempos de incertidumbre, la cultura organizacional se convierte en un factor clave para sostener el negocio. Las empresas líderes han comprendido la importancia de la flexibilidad y la adaptabilidad. Antes, los planes estratégicos se diseñaban para mantenerse vigentes todo un año. Hoy, deben reformularse de manera constante para responder a las nuevas necesidades del mercado y de los colaboradores.

Además, la formación continua es fundamental. Las organizaciones trabajan intensamente para mejorar habilidades existentes y en capacitar a las personas para nuevos roles cuando ciertos puestos o negocios quedan obsoletos. Hoy en día, muchas empresas están desarrollando programas para capacitar y reubicar a su talento en función de la evolución tecnológica y las nuevas demandas del mercado.

Se habla mucho de la retención de talento. ¿Es correcto el uso del término retener?

Prefiero hablar de fidelización. Hoy, la decisión de permanecer en una empresa es mutua: del empleador y del colaborador. La fidelización depende de varios factores. En primer lugar, la conexión con el propósito. Las nuevas generaciones buscan que el trabajo esté alineado con sus valores personales.

Otro aspecto es la flexibilidad. Hay mucha tensión en torno a la vuelta a la presencialidad. Las empresas deben escuchar a sus equipos y encontrar modelos que funcionen para ambas partes. La participación de los empleados en la toma de decisiones también es clave, fortalece el sentido de pertenencia.

Carlos afirma que una de
Carlos afirma que una de las características de un buen entorno laboral tiene que ver con la construcción de un ambiente donde haya trabajo en equipo y una red de apoyo (Foto: Shutterstock)

Por último, la capacitación y el desarrollo siguen siendo altamente valorados en todas las generaciones. Pero lo más importante es el liderazgo: cuando las personas se sienten valoradas y escuchadas, están más comprometidas con la organización.

En industrias con altos niveles de estrés, como la logística y el comercio exterior, ¿cómo se puede construir un gran lugar para trabajar?

Hoy las empresas están invirtiendo mucho en bienestar integral, especialmente en salud mental y manejo del estrés. Pero antes de diseñar programas, es fundamental conocer qué está ocurriendo en la organización. No se puede tomar decisiones basadas en supuestos. Es clave generar espacios de diálogo donde los empleados se sientan seguros para compartir sus inquietudes.

Una vez que se identifican los puntos de tensión, hay que actuar en consecuencia. Y también es importante comunicar con claridad qué acciones se van a tomar y qué no. La transparencia es fundamental para construir confianza.

En empresas con colaboradores tercerizados o equipos distribuidos globalmente, ¿es más difícil construir una cultura?

Puede ser un desafío, pero no es imposible. La clave está en los mismos principios: equidad, respeto, comunicación clara y transparencia. Hoy, con equipos distribuidos por el mundo, es más importante que nunca generar espacios de diálogo y conocer a las personas con las que trabajamos. Hay muchas herramientas para ello, pero lo fundamental sigue siendo la cercanía del líder con su equipo. Cuando hay confianza, se construye cultura, sin importar la geografía.

En definitiva, construir una cultura organizacional sólida requiere compromiso y una apuesta continua por el bienestar de las personas. Las empresas que logran generar un ambiente de confianza y pertenencia no solo retienen talento, sino que también potencian su competitividad y crecimiento en un mundo en constante evolución.