En diálogo con Movant Connection, Lautaro explica el impacto de su trabajo en el precio final de los productos y analiza el estado actual de los costos de flete.
¿Cómo es y qué particularidades tiene la gestión logística internacional de productos eléctricos?
Tenemos la particularidad, propia del rubro, de contar con un sector especializado en seguridad eléctrica, gestionado por una persona encargada específicamente de ese aspecto, lo que asegura que nada quede librado al azar.
Una vez que la mercadería está lista para embarcar o está próxima a hacerlo, cuando el área de gestión de calidad emite su informe confirmando que todo está en orden, se activan una serie de procesos internos. Esto incluye notificar al equipo de seguridad eléctrica y certificaciones, para que estén al tanto de lo que está por llegar o en tránsito.
En ese momento, también comienza la gestión relacionada con las presentaciones a organismos externos, ya que certificamos todo en términos de seguridad eléctrica. Para cuando la mercadería llega, ya tenemos todos los certificados actualizados y listos, los cuales se entregan al despachante de aduana para que pueda oficializar el despacho sin inconvenientes.
¿Qué relación tiene tu trabajo con el precio final que pagan los consumidores?
La cadena de abastecimiento, desde el momento en que se realiza el pedido de compra o la cotización con el proveedor extranjero, hasta que el producto llega al cliente, atraviesa múltiples eslabones, donde cada uno añade un costo adicional. Nuestro trabajo consiste en minimizar ese impacto.
Cuando se presentan crisis globales que afectan directamente los precios de los fletes, especialmente para mercancías sensibles debido a su alto volumen, entra en juego la negociación para obtener tarifas más económicas.
En algunas ocasiones, en busca de ese objetivo hemos llegado a sugerir a nuestros proveedores de origen que nos coticen ellos mismos el flete a través de sus socios logísticos, que suelen tener un mayor poder de negociación por su tamaño e influencia en el mercado.
También buscamos negociar descuentos con los proveedores, ya sea por volumen o por los años de relación comercial. De esa manera, siempre mantenemos esa línea de optimizar los costos para, a la vez, evitar que aumenten los precios finales.
¿Cómo se encuentran los costos de flete actualmente?
Entre abril y mayo, hubo una gran volatilidad debido a factores como la guerra entre Rusia y Ucrania, que afectó el tráfico marítimo, especialmente en una época de alta actividad. Además, hubo rumores sobre los ataques de los hutíes a algunos barcos, lo que generó más incertidumbre.
Otro factor que impactó el mercado fue el aumento en la importación de autos eléctricos por parte de Brasil, que redujo el espacio disponible en los buques. Como resultado, las navieras incrementaron sus precios debido a la alta demanda. Es una regla del mercado: a mayor demanda, los precios tienden a ser más altos, especialmente en comparación con temporadas de baja demanda.
Factores como el precio de los commodities o el petróleo pueden influir directamente en los costos de combustible, que impacta en los fletes.
Además, las navieras, aunque son varias, operan como un cuasi-monopolio en el mercado marítimo, lo que complica las negociaciones. A veces, para buscar una mejor tarifa, nos vemos obligados a retrasar un embarque por 10 o 15 días, esperando una oportunidad para negociar mejores precios. La mayoría de las navieras manejan tarifas semanales o quincenales, por lo que solemos esperar a ver cómo evolucionan.
¿Qué importancia le das a los vínculos dentro de los procesos logísticos?
Siempre buscamos mantener una excelente relación con los proveedores, independientemente del tipo de negocio, porque a largo plazo deben convertirse en socios estratégicos. No se trata de una compra única y luego desvincularse, es una relación que requiere cuidado y atención constante para asegurar su éxito a lo largo del tiempo.
En relación a los equipos, creo que es importante no creerse autosuficiente, ya que siempre es útil pedir ayuda o aclarar dudas cuando sea necesario. De esa manera, es mucho más sencillo llevar a cabo algo que es fundamental en este rubro: seguir aprendiendo de manera constante.