Productividad VS Efectividad: buscando un nuevo equilibrio

Trabajar más, equivale a ¿producir más?

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Por Ayelén Kalenok, Licenciada en Relaciones Laborales.

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“Debemos ser más productivos” Todos repetimos este mandato que hemos escuchado tantas veces y de muchas maneras a lo largo de nuestra vida “productiva” valga la redundancia. Pero alguna vez nos detuvimos a pensar, ¿qué quiere decir en realidad?

Si buscamos en el diccionario, la productividad se define como la “cantidad” de un producto o servicio por cierta “unidad de tiempo”, dejando al margen elementos esenciales como la calidad o el costo, y esto no es casualidad.

Frente a las exigencias de las organizaciones las personas trabajan más, mucho más. Pero ¿trabajar más, significa realmente producir más?

Para comenzar nuestro cerebro no funciona de ese modo. Existen ciclos de atención que oscilan entre 90 y 110 minutos y nos permiten mantener la concentración. Mas allá de este tiempo, se produce un agotamiento que no solo no aumenta nuestra productividad, sino que la disminuye junto con la calidad de nuestras tareas.

No solo no repercute en mayor productividad, sino que además resulta totalmente perjudicial para la salud en todas sus dimensiones. La Organización Mundial de la salud (OMS) junto con la Organización Internacional del trabajo (OIT) realizaron un estudio en el que concluyen que trabajar 55 horas o más a la semana aumenta un 35% el riesgo de presentar un accidente cardiovascular y un 17% el riesgo de fallecer a causa de una cardiopatía con respecto a una jornada laboral de 35 a 40 horas a la semana. Las jornadas laborales extensas provocaron 745 000 muertes por accidente cerebrovascular y cardiopatía en 2016, una cifra un 29% superior a la de 2000, y sigue en aumento.

¿Que impacta entonces positivamente en el desarrollo y calidad de nuestras tareas?

A nivel físico, alimentarse adecuadamente, estar en movimiento, dormir las horas mínimas y establecer pausas activas durante el día. No es excusa la falta de tiempo. Estar en movimiento implica algo tan simple como levantarnos de nuestros espacios y prepararnos un café o tomar agua. Las pausas activas no requieren ser extensas ni una gran elaboración, abrir las ventanas, realizar unos pasos o simplemente dejar nuestras tareas por unos momentos, cuentan.

También se trata de enfocar energías y hacer elecciones. Tomarse la primera hora para organizar el día, separar urgentes de importantes y priorizar tareas. Actualmente tenemos reuniones programadas, llamadas imprevistas y contactos por chat, mails, sumado a las exigencias que recibimos de nuestros espacios si estamos trabajando desde nuestras casas. Resulta clave establecer horarios para no sentirse sobre demandados.

Y claro, todas las dimensiones de la salud están conectadas. Las emociones cumplen un rol fundamental. Cultivar el pensamiento positivo influye en nuestras acciones, y más allá de características propias de personalidad, estos pensamientos sin duda pueden ser ejercitados.

22/02/2021 Jornada digital, jornada online., teletrabajo.
POLITICA 
JCCM
22/02/2021 Jornada digital, jornada online., teletrabajo. POLITICA JCCM

La periodista y escritora norteamericana Janice Kaplan en su libro “Diario de la gratitud” cuenta como mediante un cambio de hábitos, cambio su modo de percibir el mundo. Sin fórmulas mágicas y a conciencia, quejándose menos, reconociendo las cualidades de otros y buscando motivación por sí misma, entre otras.

Como vimos, la productividad como tal deja al margen la calidad de nuestro trabajo y el costo que implica, y no hablamos en este caso de costos materiales, sino de la energía que compromete la realización de nuestro trabajo y que por supuesto, es un recurso finito.

Si bien las organizaciones cumplen un rol fundamental no podemos dejar esta responsabilidad en manos de alguien más. Debemos tomar un rol activo. No solo tiene que ver con “los otros” sino también con reeducarse a sí mismo. Esto implica hacer elecciones y resignar otras.

En ese caso, tal vez es momento de replantearnos la productividad para transformarla en efectividad, en la cual dejamos de medir en tiempo y unidades de trabajo y comenzamos a buscar el equilibro entre eficacia y eficiencia, logrando un balance que no a nivel poético sino de un modo real pueda permitir la convivencia de todas nuestras dimensiones como seres humanos de un modo sustentable.-

LinkedIn: Ayelen Kalenok